Un paciente tras someterse a una cirugía para bajar de peso queda con secuelas sobre su condición anterior como lo es el tejido excedente en su cuerpo, para solucionar esto existe cirugías plásticas que retiren la cantidad de tejido suelto.
Unos 20, 40, 70 e incluso 100 kilos puede disminuir una persona tratada con una cirugía para bajar de peso. Después de meses de trabajo y un resultado exitoso, sólo queda disfrutar de la vida sin todas las restricciones que la mala salud interponía. Pero para muchos puede empezar otro problema ¿qué hacer con todo el tejido suelto que cubría esos kilos?
'Luego de la intervención quirúrgica las personas quedan ágiles y se interesan por hacer otras actividades -deportes, por ejemplo- que involucran mostrarse más. Ya son individuos normales, pero con un cuerpo distorsionado por la enorme cantidad de tejido suelto y cúmulos de grasas. Esto les quita destreza física y empeora su apariencia', explica el doctor Juan Carlos Sosa, cirujano plástico de Clínica Alemana.
Entonces, luego de seis meses a un año de la cirugía digestiva bariátrica y con el peso ya estabilizado, se puede realizar una cirugía plástica estética para retirar el tejido excedente y reubicar el remanente. Las principales zonas a tratar en las mujeres son los brazos, mamas, abdomen y muslos; y en los hombres, papada, pectorales y abdomen. Dependiendo de la magnitud, pueden abordarse en una o más sesiones.
'En una abdominoplastía y mamoplastía comúnmente se extrae alrededor de dos kilos de tejidos sobrantes entre piel, grasa y otros, por lo tanto, no tienen una gran incidencia en el peso del paciente, pero sí en la forma', sostiene el cirujano.