La displasia mamaria se presenta generalmente después de los 20 años y muchas pacientes suelen confundirlo con cáncer de mamas
Para muchas mujeres la primera reacción es de alarma, y llegan donde el médico asustadas y afligidas porque hace unos días se palparon una mama y sintieron una protuberancia que antes no estaba ahí, una especie de masa extraña que más encima les duele.
Al principio, muchas relacionan estos síntomas con la existencia de un cáncer, pero la verdad es que la mayoría de las veces se trata de una mastopatía fibroquística o displasia mamaria, un trastorno de características benignas que afecta a más del 60% de las mujeres entre los 30 y los 50 años de edad. Según el doctor Julio Puga, mastólogo de Clínica Alemana, 'este problema es tan común que en el último tiempo ya no se considera una enfermedad, sino sólo una condición diferente de la mama'.
Este trastorno consiste en una serie de cambios mamarios, provocados por una respuesta excesiva de este tejido a los estrógenos y la progesterona. Se produce porque hay mujeres que son más sensibles a estas hormonas y reaccionan con una dilatación de los conductos de la mama, lo que va acompañado de fibrosis, acumulación de líquido y formación de quistes. Esta situación causa dolor, sensación que suele estar ausente en el cáncer.
También se percibe una congestión, sobre todo en el período premenstrual. Si los quistes son de mayor tamaño, se puede palpar nódulos u observar aumentos de volumen de la mama.
La displasia mamaria se presenta generalmente después de los 20 años; durante los embarazos y la lactancia disminuyen las molestias, al igual que en la menopausia, porque comienza a bajar la producción de hormonas.
Según el doctor Puga, el principal inconveniente de sufrir este trastorno es 'que impide desarrollar una actividad normal, porque molesta para realizar deporte o en la actividad sexual, pero la mujer que lo sufre no tiene un riesgo mayor de tener cáncer de mama, como muchos creen'.
Cómo atenuar las molestias
Para verificar que los síntomas correspondan a una mastopatía fibroquística, se realiza mamografías y ecografías. En cuanto al tratamiento, las recomendaciones son de tipo dietético y práctico: Usar un sostén que sujete bien las mamas y disminuir los factores que eleven los niveles de estrógenos en la sangre, como las comidas ricas en grasas, el alcohol, las bebidas cola, el café y, en menor medida, el cigarro.
Si los quistes son muy grandes, a veces es necesario puncionarlos, introduciendo una aguja para vaciar el líquido y eliminar, de esta forma, la causa del dolor. Este procedimiento se realiza preferentemente bajo ecografía.
En ocasiones, cuando la sintomatología es demasiado molesta, el mejor tratamiento es un medicamento específico que impide la acción de los estrógenos en la mama.
En general, la displasia mamaria es una condición que acompaña a las afectadas durante toda la vida, sobre todo a quienes tienen una sensibilidad especial. Por eso, muchas mujeres están acostumbradas a tener molestias en el pecho y a palparse nódulos, a los que generalmente no les dan mucha importancia. 'Sin embargo, no es bueno confiarse y conviene que de todas formas se realicen una vez al año una mamografía y ecografía, para cerciorarse de que se trata de una mastopatía y no de un tumor maligno', afirma el doctor Puga.