A veces a la hora del parto se presentan ciertas complicaciones lo que implica que se deba realizar una inducción o una conducción para facilitar este proceso a la mujer.
Actualmente, ambas técnicas se aplican con regularidad. En la inducción, para adelantar el trabajo de parto en caso que sea necesario y en el caso de la conducción, para llevar este trabajo por un camino en el que la madre no sienta dolor y realice una labor eficiente al momento de dar al luz.
La doctora Andrea Huneeus, ginecóloga de Clínica Alemana, explica que la inducción de trabajo de parto significa gatillar el trabajo de parto en forma artificial, antes del inicio espontáneo de las contracciones. Es decir, adelantar este momento en situaciones en que es necesario, para cuidar el bienestar de la madre y del hijo al momento del parto.
¿Por qué para algunas mujeres es necesario inducir el parto?
La inducción se realiza cuando hay una causa materna o fetal que indique que el embarazo debe terminar antes del inicio espontáneo del trabajo de parto. Estas causas son múltiples como restricción de crecimiento dentro del útero, presión alta materna, embarazos prolongados en que hay riesgo que la placenta deje de oxigenar bien al feto, y muchas otras.
¿Qué es lo ideal para realizar una inducción?
Para que se produzca un parto vaginal normal gatillado por una inducción, lo ideal es que la madre tenga ciertas condiciones especiales. Llamamos condiciones a características del útero y de la posición del feto.
Una madre tiene buenas condiciones para una inducción cuando el cuello del útero tiene dilatación, está blando, acortado y la cabeza del feto está apoyada haciendo presión sobre el cuello del útero.
Cuando no hay condiciones y tenemos que interrumpir el embarazo por alguna enfermedad, la inducción de contracciones tiene escasas posibilidades de terminar en un parto vaginal y se opta por una operación cesárea.
¿Qué es lo que se aplica a estas mujeres y cuál es la reacción que se logra con la inducción?
Se usan preparados de prostaglandinas y ocitocina que son los mismos mediadores que produce la propia mujer cuando inicia su trabajo de parto espontáneamente.
Las prostaglandinas que son mediadores celulares que inducen contracciones suaves y frecuentes ideales para la primera etapa del trabajo de parto. La ocitocina es la hormona que produce las contracciones de parto intensas, sincronizadas y efectivas para el trabajo de parto activo.
¿Es un fenómeno común o se presenta de manera más bien aislada?
La inducción es usada bastante sobre todo en los embarazos de alto riesgo, o sea cuando hay alguna condición o enfermedad en la madre o el feto.
¿Puede existir algún peligro para la guagua al realizar una inducción a la madre?
Las contracciones gatilladas en una inducción son las mismas que en un trabajo de parto normal. Por eso para el feto, no hay más riesgo en una inducción que en un trabajo de parto normal.
Si inducimos el parto por una enfermedad materna antes de que el feto esté maduro, hay más riesgo para el feto. Por eso la decisión de cada inducción se hace a través de un cuidadoso balance riesgo beneficio tanto para la madre como para en hijo.
¿Es necesario realizar un trabajo de parto aún si el parto será inducido?
La inducción se refiere a gatillar o hacer partir un trabajo de parto. Una vez iniciado el trabajo de parto, el proceso del parto es el mismo si se inició con inducción o espontáneamente.
¿Qué es puntualmente lo que se conoce como conducción del parto?
Conducción se refiere a usar la tecnología y los conocimientos actuales para favorecer que un trabajo de parto que se inició espontáneamente, sea más fácil. Conducimos un trabajo de parto cuando usamos la anestesia peridural para que la madre no sienta dolor, esté más tranquila y cooperadora y su dilatación sea más fluido.
Conducimos un trabajo de parto cuando usamos ocitocina artificial para que las contracciones sean más sincronizadas y efectivas. Conducimos un trabajo de parto cuando rompemos la bolsa de aguas antes de que se rompa sola para que la cabeza del feto haga mejor presión y descienda más rápido.
¿Este manejo artificial del trabajo de parto tiene algún riesgo?
El avance del conocimiento nos ha permitido manejar muy bien el riesgo y balancearlo con el beneficio en forma individual para cada paciente y su hijo. Cuando para una paciente, el manejar artificialmente su trabajo de parto le significa más riesgo que beneficio, dejamos que el parto sea natural.
Un ejemplo típico de esto son las madres que adelantan su parto antes de la fecha. Si la madre no tiene buenas condiciones, inducirla significaría hacerla correr más riesgo de que su parto termine en una cesárea. Por lo tanto ahí es mejor esperar el inicio espontáneo y no inducir.
Puede ser que algunas mujeres tengan algunas dudas acerca de estos métodos de inducción. ¿Qué consejo daría usted como profesional para dar seguridad a estas futuras madres? Informarse y conversar con los profesionales
tratantes que conocen la evolución de su embarazo sobre los riesgos y beneficios de la inducción para su caso específicamente.