Es necesario medir la grasa corporal ya que teniendo claro nuestro porcentaje podemos conocer sus enfermedades asociadas como la diabetes.
En este sentido, ya no basta con una pesa o con conocer el IMC (índice de masa corporal), que indica la relación peso/talla, para comenzar un tratamiento para la obesidad.
De acuerdo a Patricia Rodríguez, nutricionista de Clínica Alemana, conocer en forma precisa la cantidad de grasa corporal es muy importante: 'Es fundamental para el tratamiento de la obesidad, porque la grasa es la que trae comorbilidades
-enfermedades asociadas- como diabetes y accidentes cardiovasculares. En algunas personas el peso no refleja la situación real. Por eso, lo que se busca es bajar los kilos de masa grasa'.
Para realizar esto en forma exacta existe un examen llamado bioimpedanciometría. Clínica Alemana acaba de adquirir un equipo más moderno que el que se tenía, con el cual se obtienen mejores resultados.
La bioimpedanciometría mide el porcentaje de grasa corporal a través de electrodos ubicados en una mano y en un pie. Éstos envían una señal eléctrica no dañina y el analizador evalúa la resistencia
que ponen los distintos tejidos a esta emisión. La masa magra (órganos, músculos y huesos) es conductiva, el agua es altamente conductiva y la grasa no lo es. De esta forma se mide el porcentaje de estos elementos.
La nutricionista explica que la ventaja de este equipo es que es más preciso que otros métodos: 'La medición en forma localizada de la grasa con el caliper (pinzas) es muy subjetiva porque depende de la fuerza con que se apriete el pliegue. También existen otras máquinas de bioimpedanciometría (similares a una pesa digital) que analizan sólo el circuito eléctrico de las dos piernas, lo que es más estimativo comparado con éste que abarca el circuito de la mano a los pies'.
Pruebas para un tratamiento eficiente
La bioimpedanciometría también entrega una tasa de metabolismo basal estimada (TMB), es decir, las calorías que gasta una persona en reposo según su peso, altura, sexo y edad.
Este dato es complementado con una calorimetría -examen que mide el gasto calórico en forma personalizada-
Con toda esta información, se puede saber en forma exacta cuántas calorías debe consumir un individuo para bajar de peso según el tipo de actividad física que realice (sedentaria, liviana, moderada y alta). Y de esta forma, lograr que esta disminución sea de grasa principalmente. 'Es difícil no reducir nada de masa magra con una dieta, pero la idea es que sea el mínimo posible', acota Patricia Rodríguez.
Calorimetría
Tres meses después de la primera evaluación se controla con una bioimpedanciometría y a los seis meses se efectúa una nueva calorimetría. De esta manera, se mide la eficacia del tratamiento respecto del porcentaje
de grasa y del metabolismo basal, ya que se supone que la dieta debe ir acompañada de ejercicio, lo que aumenta la musculatura y redunda en un mayor gasto calórico.