El sobrepeso es una condición que afecta a millones de personas por lo que cada vez surgn nuevas alternativas para bajar de peso, una de ellas es el Balón Intragástrico.
'Se me achicó el estómago, por eso ya no me cuesta bajar de peso'. Una declaración que parece el sueño de los obesos del país, es decir alrededor de un 30% de los chilenos. Pero el paso obligado para disminuir el tamaño del estómago es comer menos y precisamente eso es lo difícil.
Siguiendo los principios básicos de la física, surgió la idea de introducirle algún objeto que ocupe el suficiente espacio como para que quepan menos alimentos y la sensación de saciedad se produzca antes.
El balón intragástrico fue la respuesta a numerosos intentos. Éste se introduce al organismo a través de un procedimiento endoscópico que requiere sedación y dura unos 20 a 30 minutos. Una vez adentro se llena con suero fisiológico teñido con azul de metileno, para detectar cualquier filtración del contenido, el cual es completamente inocuo.
En Clínica Alemana se realiza esta intervención desde hace un año con excelentes resultados que llegan a una disminución de un promedio de 18,8 kilos. El doctor Ricardo Santander, gastroenterólogo, explica que el balón intragástrico es recomendable para personas con un IMC (Índice de Masa Corporal) de 30 a 35, es decir, obesidad moderada, o con un IMC menor, pero con alguna comorbilidad importante: diabetes, hipertensión o hipercolesterolemia.
Luego de seis meses se extrae el balón en una intervención un poco más compleja. Después de ese periodo se espera que la persona haya disminuido su capacidad de ingesta y que, sobre todo, haya adquirido hábitos alimentarios correctos. 'Pretende ser una ayuda más para cambiar el estilo de alimentación. Es un refuerzo', sostiene el doctor Santander.
La persona puede reducir su ingesta de acuerdo al volumen con que se llene el balón. 'Habitualmente se usa entre 600 y 800 cc. Mientras más suero, más síntomas de náusea y vómitos tendrá el paciente. El mecanismo esperado es que al comer de más, sienta náuseas, eso lo inhiba y coma menos. De todos modos, se medica durante los seis meses que se deja el balón para que el malestar y los vómitos no sean excesivos, y para prevenir una esofagitis por reflujo, que es la principal complicación', afirma el especialista.