Una recuperación más rápida, menos dolor y cicatrices más pequeñas, son algunas de las principales ventajas de la cirugía laparoscópica de colon, procedimiento mínimamente invasivo que comenzó a practicarse hace cinco años en Clínica Alemana, periodo en el que se ha intervenido a más de 60 pacientes con resultados bastante satisfactorios.
La laparoscopía es un método quirúrgico que consiste en realizar pequeñas incisiones de aproximadamente un centímetro por donde se introducen los instrumentos quirúrgicos, mientras la intervención es observada a través de una pequeña cámara colocada al interior de la cavidad abdominal.
El doctor Ernesto Melkonian, coloproctólogo de Clínica Alemana, explica que 'los pacientes tratados con esta técnica evolucionaron sin complicaciones, pudieron comer al día siguiente y se fueron de alta entre el tercer y cuarto día, ya que la recuperación es más rápida que con cirugía abierta'.
Asimismo, el dolor postoperatorio es mucho menor y el resultado estético es mejor, ya que las cicatrices son muy pequeñas comparadas con las de la cirugía tradicional. A esto se suma un menor riesgo de complicaciones como problemas pulmonares, infecciones de la herida operatoria y hernia, además de afectar menos la inmunidad del paciente.
Para el doctor Christian Jensen, también coloproctólogo de Clínica Alemana, es fundamental que estos procedimientos sean practicados por cirujanos capacitados en la técnica. 'La curva de aprendizaje es lenta, lo que inmediatamente pone en el tapete la importancia de que sea realizada por grupos dedicados a la patología del colon y en forma protocolizada', sostiene.
¿Quiénes pueden optar a esta intervención?
El doctor Juan Ignacio Vergara, coloproctólogo de Clínica Alemana, explica que los principales candidatos a esta intervención son las personas afectadas por enfermedad diverticular, prolapso rectal y cáncer no avanzado de colon y recto, y quienes deben someterse a una reconstrucción de una operación de Hartmann.
Según los especialistas el costo total de este tipo de intervención finalmente es menor que el de la tradicional, porque la hospitalización es más corta, se reduce el gasto en medicamentos como analgésicos, disminuyen las complicaciones postoperatorias y el ausentismo laboral es menor gracias a una recuperación más rápida y cómoda.