'Se trata de un potente tendón que se inserta por el costado interno del mediopié cuyo vientre muscular, que está en la pierna, al contraerse eleva por así decirlo- el arco del pie', explica el traumatólogo de Clínica Alemana, doctor Juan Carlos Johow. Y agrega, 'al perder fuerza el tibial posterior el arco desciende, el talón se va hacia fuera y así se desencadena un pie plano doloroso'. La obesidad también juega un rol importante, ya que a mayor peso hay una sobrecarga dirigida hacia los pies que sostienen todo el cuerpo.
Según el especialista, este mal puede aparecer a cualquier edad. En el caso de los adultos se presenta con mayor frecuencia en personas de más de cuarenta años, excedidas de peso y con prevalencia en el sexo femenino.
Su principal sintomatología es dolor, inicialmente durante caminatas o estadías de pie prolongadas, que se va localizando en la cara interna del mediopié. 'También se expresa en dificultad para ponerse en puntillas, seguido de un aplanamiento del arco platal y una desviación hacia el lado del talón'.
El primer paso de la terapia es la confección y uso de plantillas ortopédicas tendientes a reconstruir los arcos plantares. 'Estas cumplen con dos funciones, aliviar las molestias y ayudar al desarrollo del pie cuando se trata de niños', señala el médico. Otra posibilidad terapéutica, agrega, 'es la fisio y kinesiterapia dirigida a relajar y alongar las estructuras fibroligamentosas y musculares, para así restituir la función motora alterada'.
Según el doctor Juan Carlos Johow, es importante que ante cualquier síntoma el paciente concurra a un médico. Muchas veces con un tratamiento precoz y sencillo la evolución del proceso se revierte.