La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es una patología cada vez más frecuente y especialmente la padecen personas que consumen tabaco. En su gestación se presentan 2 enfermedades relacionadas: Bronquitis crónica y el enfisema pulmonar.
Anualmente mueren cerca de cinco millones de personas por causas relacionadas al consumo de tabaco, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Uno de los principales motivos es el desarrollo de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), una patología que cada vez es más frecuente a nivel mundial.
De acuerdo al doctor Hernán Cabello, jefe de la Unidad de Enfermedades Respiratorias de Clínica Alemana, en el mundo occidental esta afección es probablemente la cuarta causa de muerte en hombres de edad media y de mayor edad, después de la cardiopatía coronaria, el cáncer pulmonar y los accidentes cerebrovasculares.
Las estadísticas más recientes entregadas por la Asociación Americana de Tórax (American Lung Association), revelan que 15 millones de americanos sufren esta enfermedad.
Según el especialista, en las últimas cinco décadas ha existido una terminología confusa para definir esta afección, sin embargo, actualmente, hay consenso mundial en denominarla Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica porque su principal característica funcional es la obstrucción al flujo aéreo u obstrucción bronquial.
Se estima que otros factores de riesgo capaces de incrementar los efectos del tabaco o disminuir la capacidad defensiva del organismo, son el bajo peso al nacer, desnutrición, infecciones respiratorias e hiperreactividad bronquial.
Signos que delatan el problema
En la gestación de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, suelen estar presentes dos patologías relacionadas estrechamente entre sí: la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar. En general, coexisten ambas con predominio de una u otra, sin embargo, sólo se puede hablar de EPOC cuando se presentan con obstrucción bronquial.
Es por esto que los principales síntomas son tos crónica, generalmente con mucosidades, y disnea o cansancio. Los afectados también sienten el pecho apretado y ahogos, además de escuchar una especie de 'pito' al respirar (sibilancias).
Por eso es recomendable que todo fumador que presente un cuadro como éste por un tiempo prolongado, sea evaluado por un especialista, quien realizará un examen llamado espirometría para ver si hay obstrucción bronquial. Si se confirma el diagnóstico, el mismo procedimiento permitirá cuantificar la gravedad del problema.
El tratamiento de esta enfermedad, generalmente progresiva y a veces irreversible, es de tipo médico. Lo más importante es abandonar el tabaco e iniciar una terapia farmacológica para dilatar los bronquios y evitar la obstrucción. Además, se debe realizar una rehabilitación física que consiste en ejercicios para sacar el máximo provecho a la capacidad respiratoria.
Sin embargo, en los casos más graves se puede recurrir a un tratamiento quirúrgico. Los tipos de cirugía que se ofrecen en forma excepcional son básicamente tres: la bulectomía, que es la resección de bulas o bolsas de aire; la reducción del volumen pulmonar eliminando zonas muy enfisematosas, y por último, el trasplante pulmonar.
- La bronquitis crónica se presenta con tos y expectoración por más de tres meses durante dos o más años consecutivos, en un paciente en el cual otras causas de tos crónica han sido excluidas. Se caracteriza por una hipertrofia de las glándulas mucosas de los bronquios medianos y mayores, con un componente inflamatorio leve o moderado.
- El enfisema pulmonar se manifiesta con sensación de cansancio o disnea. Consiste en un aumento permanente de los espacios aéreos responsables del intercambio gaseoso con destrucción de las paredes alveolares. El único examen que puede confirmar la existencia de enfisema es la biopsia pulmonar. Sin embargo, un scanner de tórax puede mostrarlo en una etapa temprana, con lo que se evita una biopsia. La radiografía sólo lo detecta en etapas avanzadas.