Exámenes del Laboratorio de Hemodinamia

Por Clinica Alemana feb. 12, 2006, 17:09

El Laboratorio de Hemodinamia de Clínica Alemana está equipado con tecnología de última generación y un equipo de especialistas que realizan diversos exámenes para analizar patologías coronarias.

Uno de los más comunes es la coronariografía, que permite estudiar la anatomía de las arterias. Así, puede definirse con exactitud la presencia y extensión de una enfermedad coronaria (como una obstrucción del vaso sanguíneo) y elegir el mejor procedimiento a seguir: tratamiento médico, angioplastía o cirugía.

'Se utiliza cuando se necesita absoluta certeza para definir si existe un gran y real compromiso de las arterias, como por ejemplo, en personas con enfermedades coronarias o con posibilidades de tenerlas', dice el doctor Polentzi Uriarte, jefe del Laboratorio de Hemodinamia de Clínica Alemana.

Es un procedimiento invasivo, ya que requiere punción arterial para avanzar los catéteres hasta las arterias. Generalmente, se introducen por la zona inguinal o radial (por la muñeca), la que debe estar previamente anestesiada. Cuando el catéter está en el lugar indicado, se inyecta el medio de contraste, con lo que pueden tomarse imágenes del interior de las arterias.

Los requisitos son ayuno de cuatro horas y que el paciente advierta si es alérgico al yodo, porque el medio de contraste contiene este elemento.

No es necesario suspender el consumo de remedios, pero sí hay que evitar el posible daño renal producido por el medio de contraste, para lo que se debe procurar la hidratación aplicando suero fisiológico antes del procedimiento, especialmente en personas mayores, diabéticas o con falla renal.

Las únicas molestias físicas que se pueden presentar son la inyección de la anestesia local y la sensación de calor producida por el medio de contraste.

Los riesgos más comunes son una reacción alérgica al medio de contraste y la aparición de hematomas en el sitio de la punción; sin embargo, aproximadamente, en uno de cada mil casos puede darse un infarto, una arritmia o embolias en pacientes graves o con múltiples patologías.

 

Angioplastía coronaria

Las arterias pueden obstruirse por placas ateroscleróticas que impiden el flujo de sangre. En estos casos, se puede realizar una angioplastía coronaria.

'Se utilizan catéteres con un balón en la punta que se infla para dilatar la zona de estrechez, lo que permite recuperar el flujo sanguíneo adecuado en la o las arterias coronarias enfermas', explica el doctor Uriarte.

Este procedimiento puede complementarse con un stent -malla circular de acero inoxidable o titanio- que se pone en la pared de la arteria lesionada para reducir la posibilidad de que vuelva a ocluirse por nuevas placas o por la cicatrización excesiva de la zona afectada. Así se ayuda a evitar el colapso posterior de las paredes del vaso.

Este tratamiento puede realizarse de forma electiva o de urgencia. En el primer caso, si se hace por vía radial y no presenta complicaciones, podría ser ambulatorio. Pero si es de urgencia, como en el caso de un infarto agudo al miocardio, requiere anestesia local, ayuno y hospitalización de no más de 48 horas para observación en la Unidad Coronaria.

 

Ultrasonido intravascular y guías de presión intracoronaria

El Laboratorio de Hemodinamia de Clínica Alemana cuenta, además, con el ultrasonido intravascular y las guías de presión intracoronaria. Estos procedimientos invasivos pueden complementar la coronariografía para -en caso de duda- evaluar de mejor manera la enfermedad coronaria con respecto a su severidad.

El primero permite -mediante una técnica semejante a la ecografía y con la introducción de un catéter- evaluar la pared coronaria, estimar el diámetro de la arteria y su grado de estrechez. Asimismo, puede verse la posible presencia de hematomas, calcio y tejido cicatricial en la zona.

En caso de angioplastía, permite confirmar la adecuada expansión del stent y evaluar la causa de una angioplastía complicada.

Las guías de presión intracoronaria ayudan, en casos dudosos o límites, a verificar si la estrechez coronaria observada es la causante de los síntomas. Si es así, se puede continuar con la angioplastía inmediatamente, alargando el proceso en no más de 15 o 20 minutos.

Para realizarlo, se introduce un catéter que registra la distinta respuesta de dilatación de la arteria coronaria en relación a la presencia o no, de una enfermedad aterosclerótica. A continuación, puede hacerse una angioplastía.

Este procedimiento se basa en elementos funcionales y, por lo tanto, es más preciso que lo observado sólo en imágenes.

Clínica Alemana de Santiago es el único centro capitalino que dispone de este método.