Cuando niños de entre seis meses y cinco años presentan un cuadro de fiebre de más de 5 días significa que padece el síndrome de Kawasaki
Fiebre prolongada, enrojecimiento de ojos y labios, hinchazón de manos y pies, además de manchas en el cuerpo, y la aparición de un ganglio de más de dos centímetros, habitualmente en el cuello, son síntomas que si se manifiestan entre cuatro y cinco días es porque se está frente al síndrome de Kawasaki, patología que afecta principalmente a niños de entre seis meses y cinco años.
Esta enfermedad fue descrita en 1968 por el doctor Dr. Tomisaku Kawasaki con el nombre de Síndrome febril linfonodular-mucocutáneo. El doctor Jaime Rodríguez, pediatra infectólogo de Clínica Alemana, afirma que 'esta patología no es frecuente en Chile, y por una extraña razón étnica, generalmente tienen mayor predisposición a presentarla las razas orientales'.
El Síndrome de Kawasaki es una enfermedad poco específica, que afecta las membranas mucosas (oral, nasal, conjuntival) y los ganglios linfáticos. Como consecuencia de esto, se inflama el corazón, la vesícula, el hígado y una serie de otros órganos.
'El principal riesgo es que se pueden inflamar las arterias coronarias y provocar aneurismas (dilataciones), lo que puede causar graves consecuencias. Sin embargo, esto ocurre sólo en el 20% de los niños con este síndrome y si
son tratados con gammaglobulina endovenosa y aspirina antes del décimo día, la cifra desciende a 2%',
La única forma de detectar esta patología es a través del conjunto de síntomas que presentan los afectados, ya que no existe un test que la diagnostique.
Para confirmar la presencia de vasculitis se realizan exámenes tales como electrocardiograma y ecocardiografía, además de otros estudios complementarios como hematimetría (Hemograma) completa y VSG (VHS), estudio bioquímico completo, análisis de orina, electrocardiograma, ecocardiograma y radiografía de tórax.
No existe forma de prevenir esta enfermedad, ya que sólo se detecta cuando el niño lleva cuatro o cinco días con fiebre.
'Del diagnóstico precoz y del inicio del tratamiento puede depender el daño a las arterias coronarias y al corazón', asegura el doctor Rodríguez.
Principales manifestaciones:
- Fiebre de inicio brusco que dura más de 5 días (habitualmente entre 7 y 14 días). Es elevada (38 a 40 C).
- Inflamación de la conjuntiva ocular, sin secreciones ni hinchazón de conjuntiva o párpados. Los hallazgos son igualmente intensos en ambos ojos y limitados a la primera semana o primeros 10 días.
- Cambios en la boca: Enrojecimiento y costras de los labios, lengua de frambuesa y/o inflamación de faringe como único hallazgo. Estos cambios pueden ser sucesivos y no coincidir entre sí.
- Manchas de color rojo intenso en la piel que se hacen más intensas con la fiebre o agitación del paciente. Estas lesiones, de distribución irregular, de preferencia se presentan en el tronco, además son fluctuantes en el tiempo.
- Manos y pies: Cambio de color e hinchazón en palmas y plantas. Esto se presenta precozmente en los primeros días de la enfermedad junto al inicio de la fiebre. Habitualmente, los niños se quejan de dolor de manos y pies evitando usarlos o llorando cuando se movilizan los dedos.
- Inflamación de ganglios: No es un signo común (se da entre el 50 y 75% de los pacientes). Su ubicación más frecuente es en el cuello, de consistencia firme y sensible al tacto.