Congelar espermatozoides hoy para ser padre mañana

La criopreservación de espermatozoides consiste en procesar y congelar el semen para ser utilizado a futuro.

Por Clinica Alemana feb. 3, 2007, 12:23

Ser padre es un sueño que puede verse truncado por alguna enfermedad imprevista que obliga a someterse a tratamientos que pueden dañar el proceso reproductivo, como la extirpación de testículos, radioterapia o quimioterapia. Hasta hace unas décadas, estos hombres debían resignarse, pero hoy existen métodos para conservar los espermatozoides, de manera de que en el futuro se puedan utilizar para procrear mediante métodos de reproducción asistida.

Esta técnica se llama criopreservación de espermatozoides y consiste en procesar y congelar el semen. La muestra se almacena en nitrógeno líquido por el tiempo que el paciente indique, de manera que cuando lo requiera pueda ser descongelada y usada.

Patricio Donoso, ginecólogo de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Alemana, explica que este método se indica principalmente cuando el hombre va a someterse a un tratamiento que puede producir daño permanente en las células germinales (ubicadas en los testículos), que son las encargadas de regenerar los espermatozoides, los que se renuevan cada 74 días.

'La quimioterapia y radioterapia -tratamientos frecuentemente utilizados en cáncer testicular y linfomas- pueden destruir las células germinales y dejar al hombre azooespérmico, es decir, incapaz de producir gametos masculinos. También es posible que estas terapias generen daños o mutaciones genéticas en los espermatozoides', asegura.

Gracias a los avances en el diagnóstico del cáncer y tratamiento, cada vez son más los casos que son detectados en forma temprana, lo que permite que más hombres en edad fértil consideren esta alternativa.

¿Cómo se realiza?

La persona debe entregar la muestra de semen en la Unidad de Medicina Reproductiva. Puede emitirla en una pieza privada ubicada en el mismo recinto o hacerlo en su casa, pero en este último caso debe traerla inmediatamente, con un intervalo de tiempo inferior a una hora.

La doctora bioquímico Isabel Carrasco, jefe del Laboratorio de Medicina Reproductiva de Clínica Alemana, explica que se recomienda al paciente una abstinencia de tres a cinco días antes de emitir la muestra, la que luego es analizada y procesada con una solución que la protege en el proceso de congelamiento y descongelamiento. Luego se almacena en viales de plástico codificados dentro de tambores especiales con nitrógeno liquido, a -196°C.

Lo ideal es entregar entre tres y cuatro muestras de semen, de manera de contar con una cantidad que permita realizar más de una inseminación intrauterina, lo que aumenta las probabilidades de éxito.

'Uno de los errores más frecuentes es que la persona viene pocos días antes de la intervención y congela sólo una muestra. Esto no siempre es suficiente para un posterior tratamiento de fecundación, porque la mayoría de las parejas no desea tener sólo un hijo y, además, porque para realizar una inseminación muchas veces se requiere más de un intento. Por eso se deben congelar la mayor cantidad de muestras posibles, de lo contrario el riesgo de que el tratamiento se haga más complejo, es mayor', asegura el doctor Donoso.