Cuando un niño o adolescente se cambia de colegio significa un fuerte proceso de adaptación. Para hacer este cambio más ameno es necesario saber cómo se sienten y padres y cuidadores deben darle su espacio para que sea capaz de expresas como se siente.
Ya sea por cambio de casa, de ciudad, o por optar a un colegio que los padres consideran mejor para la educación de sus hijos, cambiarse de colegio genera, en mayor o menor grado, preocupación en los niños.
Alejandra Silva, psicóloga de Clínica Alemana, explica que 'es trabajo de los padres explicarle al pequeño las razones del cambio y sus implicancias'.
La información que un niño sea capaz de comprender va a depender de su edad. Sin embargo, hay que tener ciertas consideraciones como hablar con la verdad, explicarle la razón del cambio para que él pueda entender, prepararlo para esta situación, y darle tiempo para que asimile la idea y haga las preguntas que necesite.
La especialista sostiene que los principales desafíos que enfrentan los niños ante un cambio de colegio son la adaptación, ya que entrar a un colegio diferente significa conocer nuevos profesores y compañeros, además de otro ambiente físico y, tal vez, nuevos horarios.
Asimismo, el pequeño deberá darse a conocer, insertarse en un grupo que probablemente está más o menos armado, ganarse un lugar que para él sea cómodo.
Para facilitar su adaptación al cambio es útil conocer sus temores y expectativas, y así orientar de mejor manera el apoyo que entregan los padres al niño.
Estos obstáculos serán superados con mayor o menor facilidad, dependiendo de la personalidad del pequeño, 'por lo que es importante que los padres lo acojan y le expliquen todo lo que necesite saber', asegura la psicóloga.
Además, se puede organizar una actividad de despedida del niño con sus compañeros y profesores, lo que ayuda a cerrar el proceso de vinculación.
Los efectos de un cambio de colegio varían según la edad en que se produce. Por ejemplo, en el paso desde el jardín infantil a primero básico, al niño le costará adaptarse a sus nuevas tareas, ya que los juegos serán reemplazados por trabajos que serán calificados.
Probablemente, en un principio extrañará a sus compañeros, por lo que es fundamental darle espacio para visitarlos, escribirles o comunicarse con ellos. Además, en la actualidad existen medios como Internet, el correo electrónico y chat, por lo tanto, cambiarse de colegio no implica abandonar a los ex compañeros.
Finalmente, la psicóloga recomienda a los padres dar al niño un espacio para que exprese sus sentimientos; tener paciencia en un tiempo prudente para que se adapte (entre tres y seis meses); llevarlo a conocer el colegio antes de comenzar las clases; acompañarlo a la entrada del establecimiento al menos durante la primera semana y preguntarle cuando llegue de clases, cómo le fue, qué cosas hizo, a qué personas conoció.
Recomendaciones
- Comunicarles la decisión.
- Conocer con ellos el nuevo establecimiento.
- Resaltar los aspectos positivos del cambio: que conocerán gente nueva y que podrán desarrollan sus potencialidades, entre otros.
- Conversar y evaluar en conjunto los distintos aspectos de la decisión.
- Una vez que hayan ingresado, apoyarlos.
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