Las recetas electrónicas son más claras al ser escritas digitalmente y disminuyen los errores en prescripciones médicas.
Desde las milenarias pócimas creadas con plantas medicinales hasta los medicamentos preparados en las antiguas boticas, requerían de una receta magistral de puño y letra del experto para ser elaborados. Aunque hoy la mayoría de los fármacos se fabrica en cantidades industriales y son almacenados, la orden médica sigue cumpliendo un rol fundamental para señalar al farmacéutico cuál es el producto que debe ser entregado al paciente.
La receta contiene una serie de indicaciones escritas por el médico tratante, como el medicamento prescrito, la dosis, cuántas veces al día debe ser consumido y por cuánto tiempo, entre otras. Una mala interpretación de algunas de estas instrucciones podría anular la efectividad del tratamiento y, en el peor de los casos, lograr efectos no deseados. Evitar que se produzca este tipo de errores y hacer más eficiente el despacho de medicamentos, es el objetivo de la receta electrónica, instrumento que Clínica Alemana introdujo en 2001 y que se utiliza, principalmente, en pacientes hospitalizados.
En 2002, la American Medical Association publicó un estudio que incluía a 36 instituciones de salud, donde se evaluó la prevalencia de errores de medicación. Los resultados revelaron que el 19% de las dosis administradas eran incorrectas. Los problemas más frecuentes fueron tiempo equivocado, omisión, dosis errónea y uso de fármacos no autorizados.
En tanto, una investigación publicada en el Journal of the American Medical Informatics Association, reveló que el índice de error por medicación disminuyó en un 81% cuando se informatizó el proceso de prescripción de fármacos en el Brigham and Women's Hospital y Harvard Medical School, in Boston.
Las indicaciones que el médico ingresa en el sistema son visualizadas en el panel de enfermería de ese paciente. Aquí, la enfermera programa la administración señalada y realiza la solicitud con sólo marcar los medicamentos que requiere. Esta información se ve en forma inmediata en la unidad de Farmacia asociada al paciente y médico que la realizó, sin que haya necesidad de transcribir nada. Esto permite a los profesionales de Farmacia conocer toda la información que necesitan directamente desde la fuente (médico) sin intermediarios.
Además, de esta forma se puede dejar un completo registro digital de cada paciente, lo que hace posible saber con certeza qué medicamentos ha tomado y lograr un mejor control de los que consume actualmente.
Experiencia en Clínica Alemana
Está comprobado a nivel mundial que la introducción de la receta electrónica disminuye drásticamente el número de errores. Esto se debe a que ya no hay que lidiar con la 'letra de médico' porque las indicaciones están escritas digitalmente. Además, como el programa tiene una planilla con los medicamentos disponibles en Farmacia, junto con las posibilidades de dosis y otros parámetros, se reduce el riesgo de que el especialista se equivoque u omita información relevante.
Además, como la solicitud es ingresada directamente por el especialista al sistema, no es necesario digitar en el computador la información escrita manualmente por el médico para hacer la solicitud a Farmacia. Esto elimina los errores de trascripción.
'Otra ventaja es que la Ficha Clínica Electrónica permite identificar en forma clara al médico prescriptor y, por lo tanto, es más fácil contactarlo para aclarar dudas y, si es necesario, solicitar que rectifique la indicación en el sistema', asegura Ana María Rehbein.
Si bien la receta electrónica se ocupa principalmente en Hospitalización de Clínica Alemana, se espera que su uso se masifique en las consultas médicas.