La Tuberculosis es una enfermedad que sigue vigente y afecta principalmente a personas inmunodeprimidas.
A mediados de mayo, la tuberculosis volvió a los titulares cuando un estadounidense, quien viajó durante más de dos semanas entre Estados Unidos, Europa y Canadá, presentó síntomas de esta enfermedad. Aunque se trata de una cepa extremadamente resistente a los antibióticos (TB XDR), no es de las más infecciosas; sin embargo, la cercanía del enfermo con los demás pasajeros durante muchas horas de vuelo, podría haber ayudado a su contagio, por lo que una vez en su país, fue puesto en cuarentena.
El doctor Luis Miguel Noriega, jefe de Medicina Interna e infectólogo de Clínica Alemana, aclara algunas dudas sobre esta patología presente en un tercio de la población mundial y que afecta primariamente los pulmones, aunque puede presentarse prácticamente, en cualquier órgano.
¿Cuáles son los síntomas de la tuberculosis?
De la pulmonar -que es la localización más frecuente- son fiebre, sudoración, baja de peso, tos y expectoración, la que puede tener sangre.
El pasajero estadounidense contagiado dijo que nunca se sintió enfermo, ¿por qué no presentó los síntomas?
El paciente de la tuberculosis resistente estaba asintomático, ya que en ocasiones, esta patología
puede ser indolente y dar síntomas menores.
¿Se confunde con otras enfermedades?
Cualquier infección que produce fiebre, tos y desgarro por tiempo mayor a un mes, puede entrar en el diagnóstico de tuberculosis.
¿Cuál es el agente y mecanismo de contagio de esta patología?
El agente es una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis, la que se adquiere, mayoritariamente, por vía respiratoria al inhalar partículas aerosolizadas por la tos o estornudo. Pero para esto, requiere un contacto prolongado con un infectado. También puede adquirirse por vía digestiva o por lesiones cutáneas, pero es menos frecuente.
¿Puede dar a cualquier edad?
La infección y enfermedad pueden ocurrir a cualquier edad, pero tienen más riesgo de contraerla los adultos mayores, los pacientes inmunodeprimidos, los trabajadores de la salud, los ancianos que viven en asilos, los malnutridos y quienes viven en países con alta prevalencia de la patología.
Según la Organización Mundial de la Salud, un tercio de la población está contagiada, ¿se puede tener la bacteria sin desencadenar la enfermedad?
Sí. Una persona puede tener esta infección, vale decir, que el bacilo ingresa a su organismo, pero su sistema inmunológico lo enclaustra y así, controla la enfermedad, por lo que no presenta síntomas. En ese caso, no hay riesgo de transmisión.
Si uno estuvo con un paciente contagiado, ¿qué medidas debe tomar?
Si se ha tenido contacto con un enfermo de tuberculosis, hay que consultar a un especialista para que ordene los exámenes correspondientes y evalúe la posibilidad de infección.
¿Con qué exámenes se pesquisa esta patología?
El diagnóstico de la tuberculosis pulmonar es con historia clínica, estudio de expectoración, radiografía de tórax y PPD (examen de reacción cutánea).
¿En qué consiste el tratamiento y de qué depende su éxito?
Se administra una combinación de drogas, que se usa por dos meses en forma diaria y luego, por cinco a siete meses en forma bisemanal. El tratamiento es altamente efectivo y la resistencia sólo se ve en quienes llevan mal la terapia o en grupos de riesgo, como drogadictos, VIH positivos y presos.
Aunque en Chile se previene con una vacuna (BCG) administrada a los recién nacidos, sigue habiendo alrededor de 20 casos por 100 mil habitantes. ¿Se necesita sólo una vacuna en toda la vida o se pone algún refuerzo después?
La vacuna usa una cepa atenuada de Mycobacterium bovis y tiene una eficacia moderada en reducir la enfermedad. No evita el contraer la bacteria, pero sí disminuye la posibilidad de progresión clínica o diseminación.
Desde que se usa esta vacuna, las formas graves de tuberculosis -como la diseminada y la meníngea- han disminuido en forma importante.
El programa nacional de vacunaciones la considera al nacer y hasta hace algún tiempo, también se usaba en 1° básico, pero actualmente, se administra sólo en recién nacidos, ya que la segunda dosis no aporta mayor protección.
La Organización Mundial de la Salud estima que cada año se contagian más de ocho millones de personas, ¿qué zonas son las más afectadas?
La tuberculosis se ve en países con condiciones desfavorables, derivadas básicamente de los bajos ingresos. Esto afecta, principalmente, a personas de bajo nivel social, ya que el hacinamiento facilita la propagación de los gérmenes, y la desnutrición debilita los sistemas inmunitarios. También se da en grupos determinados como personal de salud o inmunodeprimidos.
En algunas naciones de Asia Sudoriental y África subsahariana, es donde se registra el
mayor número de infectados, ¿se considera como un real problema de salud internacional o son casos aislados?
Es claramente un importante problema de salud pública a nivel mundial. La cantidad de casos nuevos y de muertos por esta enfermedad sigue siendo alta en algunos países. En Chile, la tuberculosis se ha ido controlando progresivamente y, en la actualidad, nuestro país tiene muy bajas tasas.
Efectivamente, desde el año 1980 a 2003 la tasa de pacientes con esta patología ha disminuido de 76 a 18 casos por 100 mil habitantes. El Ministerio de Salud estableció como meta para los años 2008 y 2009 bajar esa tasa a diez casos por 100 mil habitantes y espera que antes del año 2020 esa cifra disminuya a cinco.
¿Cuál es la relación de la tuberculosis con el SIDA?
La razón de que una vasta proporción de personas infectadas por tuberculosis no se enferme, es que la inmunidad controla la multiplicación de este microorganismo, pero cuando las defensas están debilitadas, como ocurre con el VIH, los gérmenes empiezan a crecer y la tuberculosis se vuelve activa. Por esto, en los países con alta incidencia de VIH, la tuberculosis ha aumentado en forma significativa su incidencia.