Las ingestas de alimentos mayores a las que consume una persona común y corriente en un periodo determinado, son denominadas crisis de ingesta, las cuales de pueden tratar con un equipo de nutriólogos, psiquiatras y psicólogos.
El doctor Claudio Mizón, nutriólogo de Clínica Alemana, explica que las ingestas de alimentos mayores a las que consume una persona común y corriente en un periodo determinado, son denominadas crisis de ingesta o 'atracones', recientemente reconocido como un problema médico.
El especialista agrega que este consumo elevado de comida se puede presentar, ocasionalmente, en personas sanas. Sin embargo, hay elementos que indican que existe un problema, por ejemplo, cuando estos episodios se repiten con frecuencia, el consumo es objetivamente elevado y se asocia a una sensación de pérdida de control durante la ingesta y reproche posterior.
'Sus causas son poco conocidas, aunque se ha demostrado que las personas que ya sufren este problema tienden a presentar más episodios cuando se enfrentan a situaciones de mayor estrés emocional, o bien, cuando están más expuestos a los alimentos', sostiene.
Las crisis de ingesta pueden presentarse a cualquier edad, aunque es más frecuente en adultos con una distribución que tiende a ser equitativa entre ambos sexos.
Tratamiento
El tratamiento para esta patología, sostiene el doctor Mizón, es más efectivo cuando es manejado por un equipo multidisciplinario compuesto por nutriólogos, psiquiatras y psicólogos.
En este contexto, se pueden utilizar diferentes enfoques médicos, farmacológicos y psicoterapéuticos para resolver el problema. 'No es aconsejable el uso de medicamentos que no hayan sido indicados por el especialista, ya que el manejo farmacológico es, exclusivamente, de resorte médico', advierte.
Las principales consecuencias de sufrir estas crisis de ingesta son la acumulación de peso y la alteración psicológica en relación con el consumo de alimentos.
Asimismo, el trastorno por 'atracones' puede impedir que una persona tenga logros en su dieta, o bien imposibilitar que mantenga el peso que ha logrado reducir, ya que estos episodios contribuyen a la recuperación de los kilos perdidos, convirtiéndose en un círculo vicioso.
Además, en personas con diabetes o alteraciones de los triglicéridos, las crisis de ingesta pueden contribuir a alterar aún más esos valores.
El especialista explica que estos 'atracones' no siempre ocurren con alimentos hipercalóricos, sino que en ocasiones el gatillante puede ser fruta u otros productos reconocidos como sanos, pero que consumidos en exceso tienden a asociarse con los mismos riesgos.
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