A pesar de los esfuerzos destinados para encontrar una forma efectiva de combatir la Enfermedad de Alzheimer, los avances en este campo han sido lentos. Sin embargo, en los últimos años han ido desarrollándose nuevas alternativas para enfrentar esta afección cerebral progresiva y degenerativa.
Como los afectados por esta patología son adultos mayores, a medida que aumenta la expectativa de vida de la población, el número de casos también crece. De acuerdo con un informe publicado en 2007 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), 24 millones de individuos padecen Alzheimer y otras demencias.
La causa de esta enfermedad no se conoce bien, aunque se sabe que influyen factores genéticos y ambientales. Se presenta con una declinación paulatina de la memoria, del lenguaje y de la capacidad de juicio, orientación, comprensión, cálculo y aprendizaje. Esta pérdida global de funciones tiene un curso irreversible e interfiere en las actividades de la persona así como en su relación familiar, social y laboral. Con el tiempo puede llevar a un estado de postración en cama y, finalmente, a la muerte por complicaciones.
Si bien aún no se ha descubierto una cura, sí se ha avanzado en el desarrollo de tratamientos farmacológicos que permiten disminuir su progreso y manejar los problemas de comportamiento, confusión y agitación propios
de la patología.
Dentro de los últimos medicamentos que han aparecido en el mercado, la doctora María Isabel Behrens, neuróloga jefa de la Unidad de Trastornos Cognitivos, destaca tres que han significado un aporte en el manejo farmacológico de la Enfermedad de Alzheimer: la memantina en gotas, la rivastigmina en parche y el cerebrolysin.
Tradicionalmente viene en pastillas, pero desde hace algún tiempo es posible encontrarla en gotas. Esta nueva presentación reemplaza a dos comprimidos diarios, y es una manera más fácil de administrar el medicamento, sobre todo a los pacientes que tienen dificultades para deglutir medicamentos.
Otro aporte en el tratamiento de esta enfermedad es la rivastigmina en parche, que irrumpió hace aproximadamente dos años en Chile. 'Esta presentación ha resultado ser de gran ayuda para los cuidadores porque es más fácil cambiar un parche al día que administrar dos comprimidos diarios, que era la fórmula anterior. Además, al absorberse a través de la piel y no pasar por el tubo digestivo, es mejor tolerado, por lo que se puede dar la dosis óptima sin molestias secundarias, que era el mayor inconveniente de los comprimidos', asegura la doctora Behrens.
Este fármaco es un anticolinesterásico, es decir, retarda la degradación del neurotransmisor acetilcolina, el que puede actuar por más tiempo, lo que mejora la atención y el estado de vigilia. 'Así la persona está más alerta, aunque a veces el rendimiento en sus pruebas de memoria no cambie mucho', explica la doctora.
Por último, recientemente llegó al país el cerebrolysin, un preparado que se administra en forma endovenosa. Para pasar la barrera del cerebro y aportar nutrientes para la reparación. Este fármaco se basa en una conglomerado de péptidos (pedazos cortos de proteínas), los que son obtenidos de factores tróficos (elementos que ayudan a la regeneración neuronal). La hipótesis detrás de su acción es ayudar al cerebro a evitar el proceso degenerativo de las neuronas al promover su desarrollo, fortalecimiento y protección.
Finalmente, la doctora Behrens explica que los tres medicamentos mencionados tienen mecanismos de acción complementarios, por lo tanto, se pueden administrar conjuntamente para optimizar el beneficio. La principal dificultad es el acceso masivo a ellos, dado que tienen un alto costo económico.
Unidad de Trastornos Cognitivos
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