Entre las muchas causas que llevan al descontrol de la musculatura, están una parálisis facial (que afecta a un 5%), el estrés y el envejecimiento, ya que las arterias dentro del cerebro se elongan y cruzan, produciendo un roce con el nervio facial. Pero, en alrededor de la mitad de los casos, la causa es desconocida y puede localizarse idealmente con resonancia magnética cerebral.
Las anomalías del nervio facial afectan los músculos de la cara y hacen que quienes las sufren, hagan contracciones musculares en un lado o en los párpados. Aunque en un principio suele afectar la musculatura ocular, luego puede expandirse al resto del rostro.
'Los casos más severos pueden llegar a tener contracciones persistentes de los músculos de un lado de la cara y dificultar la lectura, ver televisión, caminar o manejar, porque se les cierra un ojo', explica el doctor Pedro Chana, neurólogo de Clínica Alemana.
Estos síntomas, generalmente desaparecen al dormir, aunque algunos pacientes presentan movimientos y lagrimeo durante el sueño.
Entre las muchas causas que llevan al descontrol de la musculatura, están una parálisis facial (que afecta a un 5%), el estrés y el envejecimiento, ya que las arterias dentro del cerebro se elongan y cruzan, produciendo un roce con el nervio facial. Pero, en alrededor de la mitad de los casos, la causa es desconocida y puede localizarse idealmente con resonancia magnética cerebral.
El espasmo hemifacial suele aparecer entre los 40 y 60 años, predomina en las mujeres (sólo un hombre se ve afectado por cada tres mujeres) y empieza a instalarse lentamente, para quedarse de por vida.
Tratamiento con inyecciones de botox
Lo más utilizado actualmente para tratar el espasmo hemifacial -sobre todo en los casos más severos- son las inyecciones de botox (toxina botulínica) en los músculos afectados. Esta neurotoxina actúa inhibiendo la liberación de acetilcolina, neurotransmisor responsable de la contracción muscular, de las terminales nerviosas que están entre el músculo y el nervio, impidiendo la contracción de éste mediante una parálisis transitoria. Así, se reduce la actividad del músculo y los consecuentes espasmos.
Las inyecciones de botox no se utilizan una sola vez, sino que hay que seguir un tratamiento, inyectándose cada tres meses aproximadamente. Por eso, la regularidad es indispensable, sostiene el doctor Chana.
El procedimiento es ambulatorio y no necesita anestesia. Se inyectan cuatro o cinco puntos y los únicos cuidados se refieren a no tocarse la cara ni restregarse los ojos por un par de horas, para que no se extienda la toxina incorrectamente.
Pero también pueden haber consecuencias adversas que desaparecerán después de unos días o semanas. Algunos ejemplos son la caída del párpado (ptosis) y una desviación de la comisura labial.
Blefaroespasmo
Una variación del espasmo hemifacial es el blefaroespasmo, que se refiere a una anomalía de la función de los párpados originada a nivel cerebral y que se traduce en una contracción persistente de los músculos de ambos párpados.
Puede empezar como una picazón, un parpadeo más frecuente de lo normal que evoluciona a un aumento excesivo, sequedad o cansancio de los ojos, y molestia al leer, ver televisión y ante las luces brillantes.
En casos más graves los pacientes pueden quedar prácticamente ciegos al no poder abrir los ojos de manera voluntaria.
También aparece entre la cuarta y sexta década de vida, afecta más a mujeres y no tiene causa conocida.