Este problema consiste en la dilatación patológica de unas venas pequeñas que están en el interior del ano que se llaman venas hemorroidales.
El doctor Ricardo von Mühlenbrock, ginecólogo de Clínica Alemana, explica que “las hemorroides son muy frecuentes durante el embarazo por el aumento de la presión abdominal que ejerce el útero grávido”.
Esta patología afecta entre el 20 y 30% de las embarazas, sobre todo después del parto vaginal como consecuencia del pujo para que salga la guagua. También influye en su aparición la estitiquez materna que es muy habitual durante la gestación.
Los principales síntomas de esta afección son:
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Picazón y dolor anal, especialmente mientras se está sentado
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Sangrado
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Dolor durante la defecación
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Protuberancias duras y sensibles cerca del ano
“En general, las hemorroides no son de mayor riesgo, pero si no hay un cuidado especial, en algunos casos se pueden “trombosar” y producir un cuadro muy doloroso que puede requerir de tratamiento quirúrgico”, asegura el ginecólogo.
La gran mayoría de los hemorroides desaparece espontáneamente luego de tener la guagua, pero es aconsejable su cuidado durante los siete primeros días post parto.
Prevención
Para evitar las desagradables hemorroides, el especialista recomienda una dieta rica en fibras para que el tránsito intestinal sea lo más expedito posible, de lo contrario se pueden usar laxantes naturales.
Asimismo, es fundamental evitar las estadías prolongadas de pie y tratar de hacer reposo (acostada) las veces que se pueda, sobre todo durante el periodo de licencia pre-natal.
Departamento de Ginecología
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