Sin embargo, la Academia Americana de Pediatría recomienda examinar a todos los lactantes a los pocos días de nacer para determinar si tienen ictericia que aparece cuando la bilirrubina se acumula más rápido de lo que el hígado del recién nacido es capaz de procesar y eliminar del cuerpo.
Cuando los bebés son dados de alta la coloración puede llegar al rostro o al tórax, que significa una ictericia leve. Sin embargo, si la coloración alcanza las piernas y de ahí a los pies la situación puede ser compleja.
Existen distintos tipos de ictericia neonatal. La más frecuente es la fisiológica (acontecimiento natural), presente en cerca del 50% de los recién nacidos, producto de la inmadurez del hígado al momento de nacer, lo que determina que la bilirrubina se acumule transitoriamente en la sangre. Este tipo de ictericia, generalmente, aparece entre los dos y cuatro días de vida y desaparece cuando el bebé tiene entre una y dos semanas de nacido, no es muy intensa por lo que la coloración amarilla no llega hasta las piernas o pies.
También existe la ictericia asociada a la lactancia materna, que se presenta entre el 1 y 2% de los recién nacidos alimentados de esta forma. Este tipo es provocado por determinadas sustancias presentes en la leche materna, que pueden hacer que el nivel de bilirrubina del bebé llega a los 20 mg, aparezca coloración intensamente amarilla que llega hasta los pies. Esto puede surgir entre los cuatro y los siete primeros días de vida, y suele durar de tres a 10 semanas.
Otra de las causas de ictercia es cuando el bebé tiene un grupo sanguíneo distinto al de su madre, hay una incompatibilidad de grupos sanguíneos, y es posible que la madre produzca anticuerpos que destruyan los glóbulos rojos del pequeño, lo que provoca un aumento repentino de bilirrubina en la sangre del recién nacido. Este tipo de ictericia suele aparecer el primer día de vida y llega rápidamente a superar los 20mg/dL, requiere un diagnóstico y tratamiento precoz para evitar complicaciones.
El tratamiento consiste, muchas veces, sólo en fototerapia, un procedimiento mediante el cual se aplica una luz especial que reduce la coloración. Habitualmente, los niños que tienen ictericia disminuyen su coloración amarilla en un par de días de fototerapia.
Este artículo se realizó con la colaboración de la doctora Marcela Pérez, neonatóloga de Clínica Alemana.
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