No sólo la radiación solar, el cigarro y la contaminación son nocivos para la piel, estar bajo techo, como en la oficina, también puede afectarla. El peor enemigo es el uso de aire acondicionado y calefacción.
Estos últimos factores producen resequedad y deshidratación cutánea, lo que acelera el envejecimiento. 'El agua es indispensable para el buen funcionamiento del organismo y para todos los procesos de reparación tisular. Una célula que está sufriendo los efectos de la deshidratación desarrolla todos los procesos celulares en forma ineficiente, como la acción enzimática, reparación molecular, detoxificacion de radicales libres y replicación celular, entre otros', afirma la doctora Francisca Sánchez, dermatóloga de la Clínica Alemana.
Agrega que en Chile, en general, hay un clima seco, 'por lo que perdemos agua constantemente. Se deshidratan piel, pelo, uñas y todo el organismo. Por esto, deberíamos tomar bastante líquido entre comidas (seis vasos mínimo). Pero, al hacer actividad física, hay que consumir más', dice.
Cuando la deshidratación es grave, la piel pierde turgencia, es decir, se hace un pliegue y se mantiene, se seca y pone escamosa. Así, los codos se engrosan y oscurecen, y los talones se engrosan y fisuran. Las mucosas también sufren.
La especialista asegura que, además, la calefacción exagerada y los cambios bruscos de temperatura en invierno son especialmente negativos para las personas con rosácea. Quienes trabajan detrás de un ventanal que da al norte o al poniente y reciben el sol directamente, con los años pueden presentar aumento de la pigmentación.
En cuanto a las luces de los monitores de los computadores y de los tubos fluorescentes, no hay que preocuparse porque no afectan la piel, excepto en quienes tienen alguna patología fotosensible, que es muy infrecuente. Eso sí, los ojos son perjudicados por las pantallas, pero no por la luz sino porque las personas parpadean poco y se humectan menos. La luz que mancha la piel es la ultravioleta, que sólo proviene del sol y de luces artificiales como el solarium.
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