No más nuevos contagios, discriminación ni más muertes relacionadas con el Sida. Este es el objetivo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) quiere lograr en los próximos cuatro años. Así lo estableció al celebrar una vez más el Día Mundial del Sida, evento realizado cada 1 de diciembre.
Para “llegar a cero” esta entidad llama a garantizar el acceso al tratamiento y también destaca la importancia de difundir la información sobre prevención como herramienta solidaria para enfrentar la pandemia.
De acuerdo al Ministerio de Salud, en la última década la cantidad de notificaciones anuales de personas portadoras de VIH/SIDA en Chile ha pasado de 697 el año 2000 a 1.033 el 2010. En total, desde 1984 se han notificado 13.086 personas portadoras del virus.
A pesar de estas alarmantes cifras, ONUSIDA ha informado que actualmente, la cantidad de personas que viven con esta enfermedad se ha estabilizado y que las nuevas infecciones y las muertes relacionadas con el Sida han caído, aproximadamente, 20% en la última década.
El doctor Luis Miguel Noriega, infectólogo y jefe del Departamento de Medicina Interna de Clínica Alemana, explica que “la información disponible actualmente, muestra que la tendencia es a la estabilización en el número de casos a nivel mundial. En esto influyen las medidas tomadas en países con alta incidencia, donde los programas de prevención y tratamiento han sido eficientes. El resultado es un menor número de casos nuevos y una menor mortalidad de los infectados”.
- ¿Qué se espera del Sida a corto plazo?
El objetivo fundamental en este momento, es mantener adecuadas coberturas de tratamiento, desarrollar campañas de prevención y un fuerte énfasis en pesquisa de nuevos casos. Para esto último hay que estimular la realización de test diagnósticos a toda persona que no se haya realizado nunca el examen y esté activa sexualmente.
- ¿Qué tan cerca estamos de encontrar una cura definitiva?
Por el momento no hay cura, pero la investigación está trabajando en distintas líneas que van desde vacunas preventivas y terapéuticas a modificaciones de mediadores y receptores celulares. En este momento los tratamientos son altamente eficientes, con lo cual una persona infectada y adecuadamente tratada vive igual tiempo y con similar calidad de vida que un no infectado.
- ¿Cuál será el desafío de las próximas generaciones?
El desafío sin duda es lograr encontrar vacunas que logren controlar la enfermedad y/o terapias que puedan erradicarla. Otro desafío importante es cambiar la mirada de la enfermedad que tiene la población, quitándole la carga de discriminación y castigo asociada al VIH. Esto se refleja en múltiples situaciones cotidianas, que van desde peticiones de test en créditos, en postulaciones a trabajos, en juicios morales sobre quiénes están enfermos, etc.
“El mensaje primordial es a hacerse el test, ya que no se es responsable con uno mismo ni con los otros al ignorar esta condición, la que puede ser tratada con buenas terapias y que cuenta con cobertura en los seguros públicos y privados del país”, concluye el doctor Noriega.