La particularidad de este equipo es que fusiona dos exámenes: el PET (Positron emission tomography), que realiza un estudio metabólico y funcional del organismo, y el CT (computed tomography), scanner que muestra su anatomía y estructura.
La particularidad de este equipo es que fusiona dos exámenes: el PET (Positron emission tomography), que realiza un estudio metabólico y funcional del organismo, y el CT (computed tomography), scanner que muestra su anatomía y estructura.
Esto permite obtener una imagen completa del cuerpo, donde se distinguen las zonas exactas en que puede existir tumor maligno. El doctor Guillermo Chong, radiólogo de Clínica Alemana que se especializó en esta técnica en el Mallinckrodt Institute of Radiology, Washington University, explica que este método tiene una capacidad de detección de lesiones que supera el 90%, es decir, mayor que cualquier otro examen por imágenes.
Como se trata de un examen de cuerpo entero, puede ser indicado para casi todos los tumores (mama, pulmón y linfoma, entre otros), incluso los ubicados en la cara y resto de la cabeza, pero no en el cerebro por su alta actividad metabólica.
Sin embargo, es importante aclarar que se utiliza sólo en pacientes que ya tienen el diagnóstico de cáncer, con el fin de conocer en qué etapa se encuentra la enfermedad y si existen metástasis, de manera de determinar con mayor precisión el tratamiento que se aplicará. También juega un papel clave en el seguimiento posterior, para evaluar los resultados obtenidos con las terapias utilizadas.
¿Cómo se realiza?
Al ser tejidos con alta actividad metabólica, los tumores captan mucha glucosa, y es precisamente esta capacidad la que aprovecha el PET - CT para encontrar las lesiones malignas.
El procedimiento, que se realiza en el Servicio de Scanner, consiste en inyectar al paciente glucosa, la que va marcada con el isótopo radioactivo flúor-18. Luego se espera una hora para ver cómo se distribuyó la glucosa en el cuerpo y en qué zonas se concentró.
Pasado este tiempo, el paciente ingresa recostado al equipo. Aquí el PET capta la información funcional y el CT, la información anatómica. A través de un sofisticado programa computacional ambas imágenes se fusionan dando origen a una reconstrucción digital del cuerpo que muestra en qué áreas están las principales concentraciones de glucosa. Así es posible descubrir metástasis pequeñas, que de otra forma serían difíciles de pesquisar.
El doctor Chong sostiene que, a futuro, se espera ampliar la utilización de este equipo a otras áreas de la medicina. 'Este examen tiene, además, aplicaciones neurológicas -en demencia y epilepsia- y cardiológicas, en enfermedad coronaria. Esperamos en unos meses más poder usarlo también en estas enfermedades, donde de acuerdo a la experiencia internacional, es de gran utilidad'.
Este examen está indicado para casi todos los tumores.