Dentro de este grupo,menos del 1% ha fracasado en segundas nupcias, porcentaje que marca un récord sin precedentes a nivel mundial, de acuerdo a las estadísticas internacionales que señalan que hasta un 60% de los divorciados vueltos a casar sufren un nuevo fracaso matrimonial en el corto plazo.
El doctor Guillermo Gabler, psiquiatra de Clínica Alemana, explica que para que este tipo de enlaces sea duradero depende de muchos factores, entre ellos, el contexto en se haya dado esta segunda unión, por ejemplo, cuánto tiempo haya pasado -no es recomendable embarcarse en una relación hasta estar seguro- y que los miembros de la pareja hayan superado los conflictos que generaron la ruptura anterior.
“Es fundamental resolver tanto el duelo anterior como también los conflictos personales que generaron la ruptura, por ejemplo, desconfianza, miedo a la infidelidad, temor al abandono, entre otras cosas. Si esto se logra antes de un segundo matrimonio, probablemente será una relación exitosa y con expectativas más realistas”, enfatiza.
Generalmente, este tipo de relaciones se da en mayores de 40 años, y una de las principales ventajas que tienen es que logran una mejor comunicación, lo que repercute positivamente en la interacción familiar y en la manera de resolver los conflictos. Estas parejas, además de escucharse más, respetan las diferencias y no intentan cambiar al otro, ceden y concilian las discrepancias, lo que ayuda a que soporten de mejor manera el estrés diario. “Muchas de estas personas que ya se separaron una vez han ido a terapia, revisando los procesos en los que ha fallado, lo que es fundamental”, sostiene.
El especialista agrega que en este tipo de relaciones también puede ser que exista cierta presión por miedo a un nuevo fracaso que podría ser mucho más doloroso, por lo que en muchos casos se esfuerzan más para resolver los posibles conflictos, además de valorar mucho más la estabilidad a largo plazo, lo cual es una ventaja.
Familias ensambladas
El doctor Gablerexplica que uno de los principales conflictos que enfrentan este tipo de parejas es el económico, específicamente para el hombre proveedor, debido a su obligación con ambas familias, algo muy frecuente en consulta.
Otra dificultad que se observa en estos segundos matrimonios es tratar de conjugar la familia original con la nueva que se está formando. Los principales problemas se dan porque hay diferencias en costumbres de crianza y valores.
La llegada de otro hijo también puede ser estresante, ya que se pueden sentir desplazados por este nuevo miembro de la familia. Es aconsejable involucrarlos en el proceso, durante el embarazo y la crianza, a través de pequeñas responsabilidades, demostrándoles confianza, aunque el especialista aclara que los celosos están en todo tipo de familias, no sóloen las ensambladas.
Unidad de Psiquiatría
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