Las exigencias del colegio, cumplir con las expectativas de los padres, problemas familiares y peleas con los amigos. Estas y otras preocupaciones pueden aquejar a los niños, tensión que puede liberarse mediante el bruxismo. Es así como hasta un tercio de los niños con dentición temporal sufre desgaste en su dentadura.
El bruxismo consiste en el acto de apretar y rechinar los dientes, lo que puede realizarse durante el día, de manera silenciosa e inconsciente o voluntaria, o en la noche, cuando es involuntario, más fuerte y con sonido. Entre las causas que lo producen están, además de los trastornos emocionales, algunas deficiencias nutricionales, desajuste entre los dientes al cerrar la boca, malformaciones máxilo-faciales y una incorrecta postura al dormir.
Sus consecuencias más directas van desde el dolor de cabeza y mandibular (principalmente en las mañanas) que puede llevar a la restricción de la apertura bucal, hasta el desgaste (atrición) de las piezas dentales. A esto se suma dolor de espalda y cuello, sensibilidad de los dientes ante el frío y el calor, heridas, dolor no localizado en las encías y fracturas en las piezas dentales.
La importancia de un diagnóstico oportuno
La mayor dificultad del bruxismo infantil es su diagnóstico, ya que solo se nota cuando los daños en la cavidad bucal son evidentes. “En los niños se hace más difícil aún porque no ponen atención ni describen con detalle los síntomas y dolores que puedan sentir. Además, los padres no piensan que sus hijos puedan tener esta enfermedad que es tan común en adultos.Por esto es de vital importancia el control odontológico habitual a partir de los dos años', explica la odontóloga de Clíncia Alemana Angélica Sancho.
'El tratamiento de elección debe comenzar por informar a los padres y al niño, y continuar con técnicas de relajación para eliminar tics, manías o nerviosismo. Además, de no ser tratada la parte sicológica en la infancia o adolescencia, el bruxismo puede seguir presentándose en la adultez', asegura la especialista.
En cuanto al uso de planos de relajación, solo se recomienda cuando esta patología puede entorpecer el desarrollo natural de la dentadura. Sin embargo, estos instrumentos solo son paliativos y -principalmente en menores- lo ideal es atacar la raíz del problema.
Si la causa radica en una mala oclusión o una postura errada al dormir, simplemente hay que corregir la posición.
Bruxismo nocturno Este trastorno está clasificado como parasomnia junto a las pesadillas y desórdenes del sueño. El diagnóstico y tratamiento del bruxismo nocturno requiere un manejo multidisciplinario, siendo la psicoterapia la de mayor importancia, por su estrecha relación con el aumento de los niveles de estrés.
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