Este jueves 11 de octubre se celebra el Día Mundial de la Visión, actividad propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para impulsar la prevención de la ceguera, condición que afecta a 39 millones de personas en el mundo, según los datos de este organismo internacional.
El doctor Ricardo Stevenson, jefe delServicio de Oftalmología de Clínica Alemana, comenta que en Chile, las principales causas de la pérdida de visión son retinopatía del prematuro y malformaciones oculares en el caso de los niños, y cataratas, retinopatía diabética y glaucoma, en los adultos.
La retinopatía del prematuro es una enfermedad producida por la inmadurez de la retina y afecta a los vasos sanguíneos de este tejido. Se puede presentar en niños nacidos antes de las 32 semanas de gestación, con bajo peso. Por esta razón, es importante el seguimiento oftalmológico de todo prematuro extremo. El tratamiento de esta enfermedad, generalmente, se realiza con láser.
También existen algunas malformaciones como alteraciones del nervioóptico, cataratas congénitas y coloboma (agujero o defecto) de iris, que pueden producir ceguera en la población infantil.
En la Encuesta Nacional de Salud 2009-2010, el 4,5% de las personas declaró tener cataratas, opacidad del cristalino del ojo que aumenta significativamente con la edad. En estos casos, el mejor tratamiento es la cirugía a través de la cual se extrae el lente natural nublado y se reemplaza por uno artificial.
Otra causa de ceguera en adultos es el glaucoma, enfermedad del nervio óptico producida principalmente por la elevada presión intraocular. Se trata de una patología silenciosa que se empieza a percibir cuando el deterioro de la visión está muy avanzado. Si se determina precozmente es posible detener su progresión con el uso de gotas. Si esta terapia no funciona, existe la opción de operar.
La retinopatía diabética es una complicación ocular que deviene de la diabetes tipo I y II y deteriora los vasos sanguíneos que irrigan la retina. Por ello, es necesario que, por lo menos, una vez al año los pacientes diabéticos se realicen un examen oftalmológico de fondo del ojo, para evaluar si la retina presenta o no lesiones. Si el diagnóstico es positivo se debe evaluar un tratamiento con láser o una microcirugía ocular que corrija el problema.
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