Alrededor del 1,6% del total de cánceres corresponde a cáncer oral y faríngeo en Chile y, aproximadamente, el 84,4% de estos casos se produjo después de los 45 años. Tanto en hombres como en mujeres, la morbimortalidad fue aumentando progresivamente con la edad, pero disminuyó en los mayores de 75 años, según cifras publicadas en el artículos “Morbilidad y mortalidad por cáncer oral y faríngeo en Chile”, publicado el año 2005 en la Revista Médica de Chile.
En esta publicación se agrega que los principales afectados fueron los hombres (74% versus 26% en mujeres) debido a que consumen más tabaco y alcohol, principales factores de riesgo. En el último tiempo se ha identificado, también como factor de riesgo, la infección por virus papiloma humano. De los distintos tipos de cáncer oral, el que provoca más mortalidad en Chile es de lengua (39%), de piso de boca (18%), de labio (9%), y por último de encía (4%).
El doctor Felipe Capdeville, jefe de Oncología de Clínica Alemana, explica que “el cáncer de boca comienza como una pequeña herida, ulceración o nódulo, en cualquier parte de la mucosa de la cavidad oral, generalmente en la lengua o bajo ella, en el piso de la boca, aunque también puede afectar el paladar, la parte interna de las mejillas, el reborde de las encías o el labio. Si no es tratado, en pocas semanas puede diseminarse hasta llegar a los ganglios del cuello o a otras partes del cuerpo como los pulmones, provocando un fatal desenlace”.
El 60% de los pacientes consulta en forma tardía, cuando el cáncer está en una etapa bastante avanzada. Esto sucede porque al principio piensan que se trata de un afta o una mordedura, que además duele poco, y no le dan mayor importancia, hasta que después de mucho tiempo se dan cuenta que la herida no cicatriza y comienzan a sentir un dolor más intenso. En fases más tardías de la enfermedad se agrega mal olor en la boca y dificultad para deglutir y hablar.
¿Qué hacer con un cáncer bucal?
El especialista dice que todos los cánceres son evaluados por un equipo multidisciplinario para decidir cuál es el mejor tratamiento en cada caso.
Los pilares del tratamiento en estos tipos de cáncer son:
1. Cirugía: destinada a la remoción del tumor primario y los ganglios comprometidos, y además a la reconstrucción, la cual debe mantener en lo posible la función y la cosmesis (cosmética) adecuadas.
2. Radioterapia: usada para apoyar a la cirugía y también en esquemas paliativos.
3. Quimioterapia: utilizada en la enfermedad más avanzada en combinación con los otros pilares.
En relación a las posibles secuelas del cáncer bucal, dependen de lo avanzado del tumor y de la reconstrucción realizada. En los últimos tiempos se ha dado un especial énfasis a las áreas reconstructivas en el cáncer de cabeza y cuello, y de la rehabilitación, con el fin de mantener una buena calidad de vida.
Luego del tratamiento, 'todos nuestros pacientes quedan a cargo de un equipo de rehabilitación, también multidisciplinario, que se preocupa de la deglución, fonación, cosmética, prótesis, nutrición, alivio del dolor, temas sicológicos, reinserción social y laboral, etc.', concluye el doctor Capdeville.