Apenas los niños cumplen tres años, ya se deben preparar para su primer gran desafío, postular al colegio. Algo de lo que ellos poco saben, pero que involucra muchas las expectativas y sueños para los papás.
Anamaría Dávila, psicóloga infantil de Clínica Alemana, explica que el proceso de admisión al sistema escolar, desgraciadamente, está cargado de una enorme ansiedad y, en muchos casos, es la familia completa la que vive el estrés de postular a diferentes colegios.
“No hay que olvidar que los exámenes de admisión no miden la capacidad intelectual ni tampoco constituyen una medida de éxito para la vida del niño. Lo que puede ayudar mucho a mantener la calma es tener presente que en este proceso es esencial buscar y encontrar el colegio que mejor se ajuste a las necesidades y características de los hijos. Nunca hay que pensar que no ser aceptado impedirá el desarrollo de sus habilidades y talentos a lo largo de su educación”, enfatiza.
Lamentablemente, algunos colegios no entregan las razones por las que un niño no quedó seleccionado. “Muchos padres se angustian cuando les dan la noticia, incluso, hay quienes experimentan impotencia y desesperación. Estos sentimientos se ven exacerbados cuando no se conoce el porqué, quedando con la incertidumbre de no saber si esto podría repetirse”, sostiene la especialista.
¿Cómo evitar transmitirle al niño la frustración de los papás?
Para los niños no quedar en un colegio no tiene la trascendencia que tiene para los padres, muchas veces ni siquiera saben que están siendo evaluados. Es fundamental no hacerlos sentir mal ni culpabilizarlos por esa situación. Los hijos tienden a entender lo que los padres les transmiten y si ellos se desesperan y lo viven como un fracaso, los niños se angustiarán y se sentirán culpables, pero si se les traspasa confianza sin hacerlos participar de la incertidumbre que ellos experimentan, no le generarán sentimientos negativos.
¿Cómo explicar a los papás que hay más posibilidades, para que no se depriman?
Es importante poder transmitirles serenidad cuando se enfrentan a esta situación. Es necesario que confíen en que existen otras opciones para su hijo y que, en la medida que puedan evaluar la situación con calma, encontrarán la mejor opción. Se debe tener en cuenta que el autoestima de los niños está estrechamente ligada a la percepción que los padres tienen respecto de sus capacidades, por lo tanto, no deberían sentir que han defraudado a sus papás o que no cumplen con sus expectativas.
¿Es una buena opción dejar al niño en el jardín, en pre-kinder y postularlo al año siguiente?
Si el niño no fue aceptado por un tema de inmadurez en el desarrollo de alguna función (lenguaje o motricidad fina, por ejemplo) es importante considerar su permanencia en el jardín, que podría estimular aquellas funciones más deficitarias. En esos casos es una alternativa, pero dependerá de la edad del niño y del límite de edad que los procesos de selección que establece cada colegio.
¿Es recomendable prepararlo para una nueva postulación?
Más que “prepararlo” para una nueva postulación -detrás de la palabra preparación suele ir asociado un monto no menor de estrés y presión-, es importante evaluar si el niño requiere de algún apoyo específico para enfrentar de mejor manera una nueva postulación. Por ejemplo, si los papás sospechan que no fue aceptado porque tiene escaso desarrollo del lenguaje o dislalias, es conveniente pedir la opinión de una fonoaudióloga. Pero es fundamental tener en cuenta que ese apoyo estará orientado a favorecer o estimular funciones específicas que ayude al niño a desenvolverse mejor en cualquier contexto y que el objetivo no es “preparar” al niño para dar un nuevo examen.
Anamaría Dávila, psicóloga infantil de Clínica Alemana, explica que el proceso de admisión al sistema escolar, desgraciadamente, está cargado de una enorme ansiedad y, en muchos casos, es la familia completa la que vive el estrés de postular a diferentes colegios.
“No hay que olvidar que los exámenes de admisión no miden la capacidad intelectual ni tampoco constituyen una medida de éxito para la vida del niño. Lo que puede ayudar mucho a mantener la calma es tener presente que en este proceso es esencial buscar y encontrar el colegio que mejor se ajuste a las necesidades y características de los hijos. Nunca hay que pensar que no ser aceptado impedirá el desarrollo de sus habilidades y talentos a lo largo de su educación”, enfatiza.
Lamentablemente, algunos colegios no entregan las razones por las que un niño no quedó seleccionado. “Muchos padres se angustian cuando les dan la noticia, incluso, hay quienes experimentan impotencia y desesperación. Estos sentimientos se ven exacerbados cuando no se conoce el porqué, quedando con la incertidumbre de no saber si esto podría repetirse”, sostiene la especialista.
¿Cómo evitar transmitirle al niño la frustración de los papás?
Para los niños no quedar en un colegio no tiene la trascendencia que tiene para los padres, muchas veces ni siquiera saben que están siendo evaluados. Es fundamental no hacerlos sentir mal ni culpabilizarlos por esa situación. Los hijos tienden a entender lo que los padres les transmiten y si ellos se desesperan y lo viven como un fracaso, los niños se angustiarán y se sentirán culpables, pero si se les traspasa confianza sin hacerlos participar de la incertidumbre que ellos experimentan, no le generarán sentimientos negativos.
¿Cómo explicar a los papás que hay más posibilidades, para que no se depriman?
Es importante poder transmitirles serenidad cuando se enfrentan a esta situación. Es necesario que confíen en que existen otras opciones para su hijo y que, en la medida que puedan evaluar la situación con calma, encontrarán la mejor opción. Se debe tener en cuenta que el autoestima de los niños está estrechamente ligada a la percepción que los padres tienen respecto de sus capacidades, por lo tanto, no deberían sentir que han defraudado a sus papás o que no cumplen con sus expectativas.
¿Es una buena opción dejar al niño en el jardín, en pre-kinder y postularlo al año siguiente?
Si el niño no fue aceptado por un tema de inmadurez en el desarrollo de alguna función (lenguaje o motricidad fina, por ejemplo) es importante considerar su permanencia en el jardín, que podría estimular aquellas funciones más deficitarias. En esos casos es una alternativa, pero dependerá de la edad del niño y del límite de edad que los procesos de selección que establece cada colegio.
¿Es recomendable prepararlo para una nueva postulación?
Más que “prepararlo” para una nueva postulación -detrás de la palabra preparación suele ir asociado un monto no menor de estrés y presión-, es importante evaluar si el niño requiere de algún apoyo específico para enfrentar de mejor manera una nueva postulación. Por ejemplo, si los papás sospechan que no fue aceptado porque tiene escaso desarrollo del lenguaje o dislalias, es conveniente pedir la opinión de una fonoaudióloga. Pero es fundamental tener en cuenta que ese apoyo estará orientado a favorecer o estimular funciones específicas que ayude al niño a desenvolverse mejor en cualquier contexto y que el objetivo no es “preparar” al niño para dar un nuevo examen.
Unidad de Psiquiatría Infantil
Teléfono: 2101015