El doctor Mario Guerrero, anestesiólogo de Clínica Alemana a cargo de esta iniciativa, señala que con esto se protocoliza la ayuda y se amplia el número de atenciones, otorgando un mejor servicio.
En una primera etapa, el programa estará dirigido a pacientes oncológicos, tanto adultos como niños, que cursan una enfermedad grave y síntomas que escapan del manejo normal, producto de la misma patología o como consecuencia de los tratamientos. Los pacientes podrán utilizar este servicio en hospitalización, o bien de manera ambulatoria.
El equipo multidisciplinario está integrado por anestesiólogos especialistas en el manejo del dolor y medicina paliativa; enfermeras y psicólogos, además de interconsultores de otras especialidades, entre otros. Ellos, buscan aliviar las molestias, el estrés y otras manifestaciones debilitantes.
“Con esta iniciativa queremos acompañar al paciente durante toda la evolución de su enfermedad, ayudando en el manejo los síntomas (náuseas, constipación, dolor, etc.), entregando asistencia e interviniendo, en los casos que corresponda, en el duelo anticipatorio del paciente y de la familia”, enfatiza el médico.
Hay que destacar que los cuidados en adultos y niños son completamente distintos. En pacientes oncológicos, los adultos están expuestos a cánceres más dolorosos, además, ambos grupos enfrentan la enfermedad y el duelo de manera diferente. Asimismo, el impacto familiar que se produce en torno a un niño enfermo también es distinto. Esto hace que las situaciones en que hay que intervenir y apoyar al paciente sean disímiles.
“El beneficio de este programa es que el tratamiento se decide en una evaluación conjunta con el paciente y su familia, de manera personalizada, enfocado en la necesidades de cada paciente y en lo que es mejor para él”, enfatiza el especialista.
El anestesiólogo recalca que la atención integral, no solo mejora la calidad de vida de los pacientes con cáncer, sino que también, a través de un seguimiento preventivo, pretende disminuir la frecuencia de crisis por síntomas sicológicos o físicos, así como la necesidad de intervenciones para tratar las consecuencias de estas crisis. Todo ello impacta positivamente en los costos y en la carga de sufrimiento que acompaña a estas enfermedades.