Las más frecuentes se localizan en la zona lumbar, con una incidencia que va desde el 15 y 34% en deportistas amateurs y de un 22 a 24% en profesionales, existiendo un leve predominio en hombres versus mujeres, de acuerdo a un artículo difundido en 2007 en la publicación Journal of Chiropractic Medicine. Los principales factores de riesgo son:
1. Mala técnica en el movimiento del swing, principalmente en la fase final, es decir, entre el impacto en la pelota y la finalización del movimiento.
2. Sobrecarga: demasiadas horas de práctica o de competencia sin un descanso adecuado.
3. Historia previa de dolor lumbar.
En este deporte, también es frecuente que resulten afectadas las extremidades superiores. Entre el 13 y 20% de todas las lesiones en golfistas amateurs corresponde a la muñeca. En los profesionales, los porcentajes van de 20 a 27%, de acuerdo a una publicación realizada en 2005 en Chiropractic & Osteopathy.
Suelen ocurrir en el punto de impacto del palo de golf con la pelota u otro objeto (pasto, piedras, etc.) o por sobre-uso, o sea, por sobrecarga de actividad física. Las lesiones más habituales son musculares, tendíneas o de ligamentos. Rara vez afectan estructuras óseas.
La misma publicación sostiene que, en el caso del codo, se estima que entre el 25 y 33% de todas las lesiones en golfistas amateurs son en esta articulación. En los profesionales los porcentajes son menores, entre 7 y 10%.
Las lesiones más frecuentes son las epicondilitis de la parte externa (lateral) o interna (medial) del codo. La primera se produce generalmente por sobre-uso y se comprometen los músculos y tendones que tienen la función de extender la mano. La segunda sucede principalmente por traumatismo (golpear pasto u otros objetos con el palo de golf) y resultan implicados músculos y tendones flexores.
El hombro también está entre las partes del cuerpo más afectadas por este deporte: entre el 8 y 18% de todas las lesiones en golfistas se producen aquí. Habitualmente, suceden durante la fase posterior del swing, al inicio del movimiento. En la mayoría de los casos se trata de tendinosis o pellizcamiento, que se caracterizan por dolor al realizar la actividad física.
¿Cómo prevenir?
Se aconseja tener un adecuado periodo de instrucción, un profesor que supervise y evalúe la técnica de los diferentes golpes, preparación física complementaria a la práctica del deporte y periodos de descanso adecuados. Si aparecen dolores de forma frecuente o de intensidad moderada o intensa durante la práctica deportiva, hay que suspender la actividad física y consultar a un médico.
Importancia de un chequeo preventivo en deportistas
A pesar de los múltiples beneficios de la práctica deportiva, no hay que olvidar que también tiene algunos riesgos, como lesiones, deshidratación y eventos cardiológicos que pueden llegar a ser graves, como infartos miocárdicos, crisis hipertensivas, arritmias y otros relacionados con anomalías congénitas.
Por eso es recomendable efectuar un chequeo médico en personas que realizan ejercicio en forma regular, sobre todo si practican actividad física de alta intensidad, tienen antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, han reiniciado su actividad deportiva después de un periodo largo de sedentarismo, padecen alguna patología asociada como hipertensión arterial, diabetes o hipercolesterolemia, o son mayores de 35 años, ya que existe más riesgo de enfermedad coronaria.
Prodeporte:
Con el objetivo de colaborar en el mejoramiento de la calidad de vida y fomentar el deporte, Clínica Alemana cuenta con un Programa de Atención al Deportista (Prodeporte), que otorga un servicio multidisciplinario, tanto a deportistas de mediano y alto rendimiento, como a aquellas personas que quieren iniciar una actividad física bajo supervisión médica.
Medicina Preventiva y Programas |
Servicio de Medicina del Deporte
Teléfono: 2101021
*Este tema se realizó con la colaboración del Dr. Gonzalo Fernández, deportólogo de Clínica Alemana.