Incluso, algunos de estos lugares ofrecen variadas comodidades a sus residentes: servicios de peluquería, lavandería, aseo, mucama, alimentación, tv cable y actividades extraprogramáticas, entre otras.
Sin embargo, para tomar la decisión y elegir una casa de reposo se sugiere analizar todos los factores asociados a la calidad de vida de la persona. Por ejemplo, es importante considerar el tipo de cuidados que requiere. Según el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), uno de cada cinco adultos mayores es dependiente, es decir, necesita ayuda para realizar sus actividades cotidianas.
Asimismo, hay que tener en cuenta los deseos de la persona. “Si está lúcida y siente que la institucionalización es favorable para su vida, su opinión y opción deben ser respetadas”, comenta el geriatra. En cambio, si presenta trastornos cognitivos como Alzheimer, por ejemplo, los familiares más cercanos deben tomar la decisión.
Para elegir exitosamente una casa de reposo, se tienen que considerar las características de las instalaciones y de los profesionales del lugar.
La infraestructura debe ofrecer:
- Fácil desplazamiento para caminar, usar bastones, andadores o sillas de rueda.
- Baños amplios que entreguen comodidad, tanto al residente como al asistente.
- Piezas iluminadas que permitan diferenciar el día de la noche.
- Estacionamientos para los familiares.
El equipo de trabajo debe:
- Estar conformado por distintos especialistas: enfermeras, auxiliares de enfermería, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, nutricionistas, fonoaudiólogos y, en lo posible, médicos.
- Brindar el mejor soporte de seguridad y cuidados al adulto mayor.
Teléfono: 2 2101102