El doctor Francisco Saitua, jefe de la Unidad de Cirugía Infantil de Clínica Alemana, explica que “en estos casos las zonas más afectadas son tórax, cara, abdomen y muslos, ya que son las partes del cuerpo más expuestas”. Agrega que otros motivos frecuentes de quemaduras son el volcamiento de las ollas de cocina o hervidores eléctricos sobre el cuerpo del pequeño. El contacto con metales calientes (planchas y estufas) también es una causa común de accidentes por agente térmico. En este último caso, las extremidades son las partes más afectadas.
¿Qué hacer en caso de quemaduras?
El especialista entrega los siguientes consejos para enfrentar las quemaduras domésticas, ya que cualquier otra medida aumenta los riesgos de infección:
1.- Lavar la zona quemada con agua fría.
2.- Cubrir la herida con un apósito o tela limpia.
3.- Trasladar al pequeño a un servicio de urgencia.
Tratamiento
Por lo general, en los centros asistenciales el tratamiento aborda tres áreas: evaluación de los signos vitales del niño, administración de analgesia y cobertura cutánea (tapar la herida).
La evolución y consecuencias de las quemaduras en el cuerpo del niño van a depender de la profundidad, ubicación, causas o agente que las produjo y de su extensión. En la mayoría de los lactantes, las quemaduras son superficiales (epidermis) o intermedias (dermis), por lo tanto, si el tratamiento es realizado correctamente no genera secuelas en el paciente. Para eso, Clínica Alemana cuenta con apósitos especiales y sustitutos de la piel. Sin embargo, aquellas heridas de mayor profundidad pueden dejar consecuencias estéticas y/o funcionales en el niño.
Prevención
Para alejar a los niños de los focos de peligro, Coaniquem propone:
- Fijar la cocina a la pared o al suelo.
-Usar los quemadores de atrás de la cocina.
- Impedir que el niño entre a la cocina.
-Evitar tomar en brazos a un pequeño, mientras se ingieren alimentos calientes.
-Mantener la plancha fuera del alcance de los niños.
-Establecer áreas de juego alejadas de la estufa o calefactor.