Como la hepatitis se ha transformado en una epidemia silenciosa, dado que muchos no saben que están infectados, la OMS –como todos los años- conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis el 28 de julio. Esta vez, el objetivo es acrecentar la sensibilización y la comprensión de la hepatitis viral y las enfermedades que provoca.
La doctora Alejandra Marcotti, infectóloga de Clínica Alemana, explica que “el hígado es un órgano fundamental dentro del metabolismo de alimentos, sustancias tóxicas, alcohol y medicamentos. La hepatitis es la inflamación del hígado que en casos graves, incluso, puede impedir su buen funcionamiento”.
Tipos de hepatitis
Existen distintos virus de esta enfermedad: A, B, C, D y E. Sin embargo, los más habituales son los tipos A, B y C.
La hepatitis A es transmitida por agua y alimentos, y la B, a través de relaciones sexuales, vía materno fetal y por sangre y fluidos corporales. En tanto, la C se contagia principalmente por sangre o materiales contaminados con esta. Por último, la hepatitis E tiene un mecanismo de transmisión similar a la A.
Asimismo, hay formas de hepatitis causadas por la ingesta de elementos tóxicos, como alcohol, drogas o algunos medicamentos, o por el propio sistema inmune que comienza a destruir las células hepáticas. También puede originarse por una intoxicación al consumir un hongo denominado Amanita faloide, que en Chile existe en la zona central y que puede ingerirse sin saber que es venenoso.
“Cualquiera sea el origen, esta inflamación provoca síntomas como fiebre, decaimiento, malestar abdominal, sensación de náusea y, a veces, ictericia (tinte amarillo en ojos y piel). Los cuadros más serios conllevan falla en la función del hígado, es decir, pueden requerir necesitar un transplante de hígado como única solucion”.