Las caries son una enfermedad infecciosa, que se caracteriza por la pérdida progresiva de los minerales que forman los tejidos del diente (desmineralización). Así éstos quedan expuestos a la acción permanente de las bacterias de la boca, las que producen ácidos a partir de la fermentación de los hidratos de carbono presentes en los alimentos.
La odontóloga María Consuelo Fresno, de Clínica Alemana, explica que este proceso puede detenerse y ser reversible, pero cuando se producen ataques repetidos de ácidos es posible que surjan las caries, las que pueden ir desde una mancha o cambio de color hasta una cavidad en la pieza afectada.
“Los frecuencia y tipo de alimentación, hábitos de higiene, acceso a programas de flúor, posibilidad de atención profesional y diagnóstico precoz, así como características propias de las bacterias y de las defensas del paciente, son determinantes para la aparición y desarrollo de la enfermedad. Sobre estos factores es donde se puede intervenir para prevenir y controlar esta patología, que continúa siendo un importante problema de salud”, afirma la especialista.
¿Cómo prevenir?
La odontóloga recalca que la higiene bucal cuidadosa es la base para tener una sonrisa saludable, ayuda a prevenir la caries, las enfermedades que afectan las encías (gingivitis y periodontitis) y el mal aliento (halitosis).
-Se recomienda cepillar los dientes después de cada comida por tres a cuatro minutos cada vez
-La cabeza del cepillo debe ser pequeña (2,5 cm. por 1.25 cm.), el mango recto y simple, que permita sujetarlo en forma fácil y firme. Los filamentos tienen que ser de nylon suave y con extremos redondeados.
-Cepillar en forma suave, no se necesita mucha presión para remover la placa bacteriana (biofilm) de los dientes. No olvidar cepillar la lengua.
-Es imprescindible usar, por lo menos una vez al día, hilo dental para llegar a esas áreas entre los dientes que no alcanza el cepillo.
-El uso de una pasta dental fluorada en mayores de seis años es importante ya que el flúor favorece la remineralización de los dientes, el resto de sus componentes facilita la remoción del biofilm dental, ayuda a eliminar manchas y refresca el aliento.
-El uso de enjuagatorios es indicado por el odontólogo, por lo general, a aquellos pacientes con mayor riesgo de desarrollar caries.
Los tipos de alimentos, la frecuencia y oportunidad en que ellos son ingeridos son determinantes en la aparición y progreso de las caries. Aquellos con alto contenido en azúcares y además adhesivos, son muy dañinos para los dientes, en especial si se consumen en forma desordenada y entre las comidas. Las bebidas, por ejemplo, contienen una gran cantidad de azúcar, (una bebida no dietética tiene 11 cucharaditas de azúcar por porción), además de ácido cítrico y fosfórico, los que al estar en contacto de manera prolongada con la dentadura puede producir una pérdida de calcio en la superficie y favorecer el avance de las caries.
Entonces, para mantenerse saludable y tener una linda sonrisa es necesario evitar el consumo de bebidas carbonatadas, alimentos o “snacks” entre comidas y comer en forma balanceada y nutritiva.
Por último, el control periódico con el odontólogo es de gran importancia. Si bien la frecuencia depende de la salud bucal de cada persona, por lo general, se aconseja como mínimo realizar dos visitas al año desde los dos años de edad. En ellas el profesional realiza:
- Medidas de prevención como sellantes y terapias de flúor
- Detecta la aparición de nuevas lesiones en etapas tempranas y efectúa su tratamiento
- El control de hábitos alimenticios y de higiene
- El refuerzo de conductas de autocuidado
- La derivación oportuna a otros especialistas y profesionales de la salud