El sistema inmunológico de los niños pequeños no ha aprendido a reconocer ni prestar resistencia a los virus más comunes, razón por la que hasta los 8 años aproximadamente, son más propensos a contraer los virus en el colegio y llevarlos a la casa, pudiendo presentar entre 6 y 10 cuadros virales al año.
Las enfermedades infecciosas más frecuentes son las virosis respiratorias, la gastroenteritis viral, la conjuntivitis y la faringitis.
La decisión de que se quede en la casa y falte puede ser difícil. En general, los niños deberían quedarse cuando no se sienten lo suficientemente bien para participar en las actividades normales de todos los días, ni están alerta para aprender o jugar. Es decir, si presentan:
- Vómitos dos o más veces durante un periodo de 24 horas o no pueden tolerar la comida y/o líquidos.
- Temperatura de 37, 5 grados Celsius o más.
- Tos fuerte o dificultad para respirar.
- Ataques repetidos de diarrea fuerte durante un día por lo menos.
- Dolor abdominal constante (más de 2 horas).
- Úlceras bucales o aftas.
- Ronchas en la piel o conjuntivitis (ojos irritados) sin causa conocida.
- Otras infecciones contagiosas, como una inflamación de la garganta por estreptococo, varicela o impétigo, entre otras.
Es importante que los padres estén atentos, ya que si el cuadro parece ser más que un resfrío común, se debe consultar al pediatra para determinar si los síntomas apuntan hacia algo más grave.
***Este artículo se realizó con la colaboración de la Dra. Luisa Schonhaut, pediatra de Clínica Alemana.