Menor tamaño y peso corporal, centro de gravedad (punto de equilibrio) más alto, musculatura y esqueleto menos desarrollados, ligamentos con más elasticidad y mayor potencial de recuperación, son algunas de las características del cuerpo infantil que deben ser consideradas al momento de manejar un traumatismo.
Sin embargo, pese a su elasticidad, los niños están constantemente expuestos a sufrir lesiones de columna como:
- Cervicales altas, asociadas al gran tamaño de su cabeza.
- Neurológicas sin fracturas, debido a la mayor elasticidad de sus ligamentos.
- Múltiples, producto de una musculatura y esqueleto menos desarrollados.
- Deformidades post lesiones medulares, relacionadas con su esqueleto inmaduro.
El doctor Manuel Valencia, traumatólogo del Equipo de Columna de Clínica Alemana, sostiene que “entre las principales causas de estas lesiones destacan los accidentes de tránsito, episodios de violencia, accidentes deportivos y recreativos”.
En la mayoría de estos casos, el gran potencial de recuperación y cicatrización de los pequeños permite que el tratamiento se realice sobre la base de algún tipo de yeso u órtesis y reposo, sin necesidad de una intervención quirúrgica.
Principales lesiones y tratamientos
La relación cabeza-cuerpo que tienen los niños, los hacen más susceptibles de golpearse y sufrir lesiones en estructuras asociadas como el cuello. De esta manera, es altamente probable que el menor presente alguna lesión cervical si es partícipe de un accidente de tránsito.
Es importante que los menores utilicen sillas, alzadores y cinturones especiales cuando viajan en auto, ya que existen lesiones específicas producidas por cinturones que no se adaptan al niño y que quedan sobre su pelvis a nivel del abdomen. “(En estos casos) la desaceleración brusca produce una flexión a nivel del tronco que puede lesionar la columna y las vísceras intra-abdominales del pequeño”, explica el traumatólogo.
Existen algunos niños que sufren de lesiones inestables, es decir, su columna pierde la capacidad de soportar las cargas fisiológicas del cuerpo, presentan movilidad anormal y, eventualmente, podrían sufrir algún daño neurológico. Otros, en cambio, tienen problemas medulares (tejido nervioso). En ambos casos, la opción es la cirugía.
“En este sentido, el desarrollo de implantes que se ajustan a la anatomía del niño nos ha facilitado y mejorado los resultados del tratamiento quirúrgico”, recalca el doctor Valencia.
Frente a alguna lesión es necesario trasladar al paciente a un centro asistencial que disponga de los recursos necesarios para garantizar un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado. De lo contrario, la persona corre el riesgo de sufrir una deformación postraumática, que es cuando el hueso cicatriza en una posición diferente a la normal. “En estos casos, los tratamientos son más difíciles que en las lesiones agudas (cuando el hueso tiene movimiento) y suponen cirugías”, señala el especialista.
Consejos de prevención
El doctor Valencia, entrega algunas sugerencias para prevenir lesiones de columna en los niños:
- Respetar las reglas deportivas y leyes de tránsito.
- Utilizar sillas de autos para niños.
- Evitar que los menores usen asientos delanteros o utilicen cinturones diseñados para adultos sin alzador.
- Instalar las sillas de bebés mirando hacia atrás, para atenuar los movimientos de aceleración y desaceleración del vehículo.
- Usar pisos acolchados en los espacios de juego.
- Supervisar, constantemente, las actividades de los niños.