El doctor Enrique Testart, traumatólogo infantil de Clínica Alemana, explica que la primera forma de movilidad en los niños la constituye el “gateo”, luego vienen los “parados” para finalmente iniciar la marcha espontánea y libre. En este proceso, el uso de calzado tiene como objetivo proteger el pie, tanto de las condiciones climáticas como de eventuales accidentes en el desplazamiento.
“Para gatear requieren de un calzado blando, liviano y muy flexible, de manera que proteja el pie del roce y permita apoyarlo con la flexión propia de este tipo de desplazamiento. Luego, cuando comienzan a caminar, se debe optar por un zapato que, además de tener las características mencionadas, sea plano, holgado y adherente al piso (que no resbale). También es importante que sea flexible, de manera que al pisar, el niño pueda doblar el pie en el pliegue de flexión de los dedos, lo que le otorga mayor estabilidad. Además, así puede sentir a través del material el tipo de superficie en que se apoya, lo que mejora las condiciones de la marcha”, explica.
En cuanto a los materiales del calzado, hay que considerar que todos los niños transpiran a través de los poros de la piel, sobre todo en sus pies, los que al activarse con el ejercicio suelen humedecer el interior del calzado y al calcetín.
El especialista sostiene que “si el zapato no absorbe esta humedad -lo que suele ocurrir con los zapatos sintéticos- aumentan las posibilidades de presentar lesiones alérgicas, por frote y hongos. Para evitar esto es aconsejable usar calzado de cuero o tener dos pares de zapatos, los que pueden intercambiarse al mediodía, dejando ventilar por la tarde el que se usó en la mañana.
También recomienda el modelo con cordones, ya que es más fácil de ajustar al pie, sin embargo, hay que evitar comprimirlo con un cierre muy apretado que frene la circulación sanguínea normal.
El doctor Testart explica que uno de los errores más frecuentes es buscar modelos de zapatos con un realce del arco longitudinal interno. Esto no se debe hacer porque, en la práctica, esta curvatura es sostenida por los músculos, los cuales no se desarrollan al elevarla artificialmente.