La doctora María Soledad Aspillaga, dermatóloga de Clínica Alemana, explica que las manchas de nacimiento son de origen hereditario y existen dos tipos, las de origen vascular, es decir, de vasos sanguíneos, y las de origen pigmentario.
Las vasculares se clasifican en malformaciones y hemangiomas. Las primeras aparecen desde el nacimiento y no desaparecen. Algunas de estas anomalías son el parche salmón, muy común y presente entre el 30 y el 50% de los recién nacidos. Asimismo, la mancha de vino, compuesta por capilares sanguíneos dilatados.
En tanto, los hemangiomas son lesiones que aparecen a los días del nacimiento, crecen y desaparecen en forma espontánea. Son ejemplos de esto, los superficiales y los cavernosos que, son más profundos.
Otro tipo de manchas de nacimiento son de origen pigmentario, secundaria a alguna alteración de los melanocitos, que son las células que dan el color a la piel. Estas anomalías pueden ser de varios colores, desde marrón claro, gris a negro y, a veces, azul.
Si bien, la mayoría de estas manchas afecta solo desde el punto de vista estético, dependiendo de su ubicación, es importante que el pediatra esté atento a su evolución de manera de derivar a un especialista en caso de ser necesario.
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