El Centro de Fototerapia del Servicio de Dermatología de Clínica Alemana cuenta con una nueva cámara de luz ultravioleta tipo UVA-1, modelo HOUVA-4. Se trata de una tecnología nueva en el país, que permite tratar y manejar determinadas enfermedades cutáneas que, hasta el momento, no tenían un tratamiento satisfactorio, como la dermatitis atópica, esclerodermia localizada, micosis fungoide y lupus eritematosos sistémico.
Entre sus características destaca un sensor de calibración (última tecnología en medición de luz UV) que dosifica y controla el grado de exposición, y programa el tiempo de uso. Este último puede ser de rango bajo (10-20 minutos), medio (20-40 minutos) o alto (40-50 minutos). El número de sesiones, por lo general, bordea las 24 y su extensión depende de la respuesta al tratamiento y del tipo de patología.
A diferencia de los otros tipos de radiación UV, su mayor longitud de onda le permite alcanzar las capas más profundas de la dermis y presentar una baja capacidad de producir una reacción inflamatoria (eritema). También actúa en la modificación de la respuesta inmunológica y los mecanismos de reparación cutánea.
Cuál es su mecanismo de acción
A nivel celular, su uso aumenta la proliferación de queratinocitos (80% de las células epidérmicas), lo que genera el engrosamiento de la epidermis. También fomenta la producción de colagenasa, enzima que descompone el colágeno de la zona dañada y contribuye al crecimiento de uno nuevo, mejorando la calidad de la piel.
Además, puede reducir o suprimir la producción de citoquinas proinflamatorias y promover la apoptosis (muerte de células dañadas). Esto disminuye la inflamación crónica de la piel, como ocurre en aquellos pacientes que han sido sometidos a un trasplante de médula ósea, por ejemplo.
En qué casos se utiliza
Las características de esta luz hacen que sea útil para tratar algunas enfermedades cutáneas como:
Dermatitis atópica: en cuadros severos, la UVA-1 permite reducir la cantidad de células inflamatorias en la dermis y epidermis, y disminuye la inflamación crónica de la piel.
Esclerodermia localizada (morfea): su utilización permite la reducción de las placas escleróticas, un aumento de la elasticidad cutánea y la reducción del grosor de la piel afectada.
Micosis fungoide: ejerce su efecto en forma directa provocando la muerte de los linfocitos T que se han malignizado y se han infiltrado en la dermis.
Lupus eritematoso sistémico: mejora los síntomas (úlceras bucales, sensibilidad a la luz solar, erupción cutánea, entre otros) y las lesiones de la piel, y disminuye la concentración de anticuerpos. Su uso debe ser muy controlado.
En la mayoría de los casos, la fototerapia UVA-1 se ha utilizado de manera exclusiva, pero no se descarta investigar su uso asociado a otros tratamientos como corticoides tópicos o retinoides sistémicos. Pese a su reciente incorporación, ha contribuido enormemente al manejo de dermatopatías específicas que han sido muy difíciles de tratar, hasta antes de su aparición.
*Este artículo fue realizado con la colaboración del Dr. Raúl Cabrera, jefe del Servicio de Dermatología de Clínica Alemana, y Rodrigo Sepúlveda y Máximo Venegas, Tecnólogos Médicos.