Para mí la diabetes no es una enfermedad, sino una condición

Por Clinica Alemana ene. 3, 2013, 21:00

En agosto de 2012 empecé con los primeros síntomas de mi enfermedad: tenía mucho sueño, sentía más hambre y sed que de costumbre, e iba al baño con mayor frecuencia. Además, estaba cansado, andaba de mal genio y no podía concentrarme en mis estudios.

El 1 de octubre del año pasado ingresé al Servicio de Urgencia de Clínica Alemana porque me encontraba muy mal. Después de realizarme unos exámenes de sangre, me diagnosticaron diabetes tipo 1. En ese momento, sentí una angustia terrible, creí que no podría continuar con mi vida normal.

En total, estuve dos días hospitalizado, durante los cuales la doctora Carolina González, nutrióloga, jefa Unidad de Nutrición y Diabetes de Clínica Alemana, me explicó a mí y a mi familia en qué consistía esta enfermedad y qué cambios debía hacer para manejarla bien. Luego María José Concha, nutricionista de la clínica, me dijo que, prácticamente, puedo comer de todo, pero de manera ordenada y evitando el azúcar.

Asimismo, Pilar Hevia, enfermera educadora en diabetes, me enseñó a pincharme el dedo para medir la glicemia, a entender el significado de los valores que obtenía y a colocarme la insulina, medicamento que debo inyectarme cinco veces al día, antes de comer.

El apoyo de ellas ha sido incondicional: el equipo de nutrición y diabetes ha estado súper comprometido con mi tratamiento y aprendizaje, siempre dispuesto a contestar mis llamadas, correos o mensajes.

Como tengo que realizar ejercicio con frecuencia, participo en las clases de educación física del colegio y practico tenis.

A diferencia de lo que pensé en un comienzo, mi vida no ha cambiado mucho. Lo único que me ha afectado, aparte de no poder comer dulces, ha sido el trato especial que me dan algunas personas, siento que quieren sobreprotegerme. Sin embargo, para mí la diabetes no es una enfermedad, sino una condición que, incluso, comparto con una tía y dos primos hermanos.

 

 

 

 

 

Cómo vivir con diabetes tipo 1
La diabetes tipo 1 se da cuando el páncreas no produce o genera poca insulina, debido a la destrucción autoinmune de las células productoras de esta hormona que es la encargada de permitir el transporte de glucosa (azúcar) del torrente sanguíneo hasta los músculos, grasa y células hepáticas para que sea utilizada como energía o almacenada. En los pacientes diabéticos, la glucosa permanece en niveles elevados en la sangre.

Hasta el momento, la mejor terapia para esta enfermedad es utilizar insulina en inyecciones ya que aún no se dispone de ella en forma oral. También se debe medir la glicemia varias veces al día, llevar una alimentación saludable y controlada en hidratos de carbono, y realizar actividad física.

Fernando, por ejemplo, antes de cada comida, debe utilizar insulina rápida, cuyo efecto comienza 15 minutos después de su aplicación y dura entre tres y cinco horas. También usa insulina lenta de aproximadamente 24 horas de duración una vez al día.

Además, tuvo que “aprender a identificar qué alimentos poseen hidratos de carbono y en qué cantidad, para así poder inyectarse la insulina necesaria según lo que consume', explica María José Concha, nutricionista de Clínica Alemana.

Es importante que las personas diabéticas sigan correctamente las indicaciones médicas, de lo contrario, “pueden desarrollar complicaciones agudas como cetoacidosis -cúmulo de cetonas en la sangre y la orina- o hipoglicemia severa -bajo nivel de azúcar en la sangre-, ambas de riesgo vital. A largo plazo, también pueden desarrollar problemas crónicos como enfermedad cardiovascular, compromiso de retina o de riñones.

Sin embargo, esto se puede prevenir con un buen control de la diabetes”, sostiene la doctora Carolina González, nutrióloga jefe de la Unidad de Nutrición y Diabetes de este centro de salud.

 

Equipo de Nutrición y Diabetes en Clínica Alemana:

Con el propósito de ofrecer un tratamiento integral a sus pacientes, este centro de salud cuenta con la “Unidad de Nutrición y Diabetes” conformado por diabetólogos, nutricionistas y enfermeras, quienes apoyan y orientan de manera permanente al paciente diabético y a su familia.