Las relaciones de pareja deben basarse en el amor, la comunicación y el respeto. Sin embargo, estas características no siempre están presentes y es ahí cuando se está más propenso a una crisis, explica el doctor Guillermo Gabler, psiquiatra de la Unidad de Psiquiatría de Clínica Alemana.
“No necesariamente durante el primer año debe producirse una crisis, pero sin duda es muy probable que, de generarse una, esta se desate porque estos primeros 12 meses de convivencia son un momento de ajuste tanto en lo económico como de costumbres con respecto a las familias de origen, por lo que estas temáticas son las que aparecen en este período”, asegura el especialista.
En la medida que avanza el tiempo, los problemas están más relacionados con la llegada de los hijos y las diferencias en el estilo de crianza que cada uno tiene.
Asimismo, luego de llevar una vida familiar por largo tiempo, cuando los hijos se marchan se produce un vacío que muchas veces es ideal para volver a ser pareja y disfrutar juntos. Sin embargo, en algunos casos esto solo deja al descubierto la distancia que existe entre ellos y que antes llenaban los hijos.
El especialista explica que “esto se produce porque la pareja no ha logrado desarrollar una intimidad que les permita estar juntos sin la necesidad de los hijos”.
Las crisis no son buenas ni malas, pero sí muy determinantes, ya que hacen que la relación se fortalezca si es sólida o se desvanezca sino es lo suficientemente fuerte para enfrentarla.
El especialista agrega que no existen recomendaciones para evitar las crisis ni superarlas. Sin embargo, es muy importante darse cuenta de lo que está pasando y tener intención de solucionar el problema, cuando es así es de mucha ayuda recurrir a un terapeuta de parejas.
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