Una buena forma de hacerlo es trabajando. Tener una actividad laboral aumenta en autoestima, ya que quienes lo hacen después de jubilar se sienten más capaces, integrados y útiles. Además, mejora la calidad de vida porque mantiene activa a la persona, disminuyendo considerablemente el riesgo de depresión.
La doctora Pamela Chávez, geriatra de Clínica Alemana, se refiere a este tema y entrega algunas recomendaciones para la tercera edad.
¿Cuáles son los principales beneficios de trabajar para los adultos mayores?
Si las tareas no son exigentes en lo físico y emocional, les ayuda a mantener activo el cuerpo y la mente, tener contacto social y apoyarse económicamente. Esto es igual tanto en hombres como en mujeres.
¿Recomienda a los adultos mayores que busquen algún trabajo?
Si pueden insertarse laboralmente, excelente; si están trabajando satisfactoriamente estimulo a que lo mantengan; si no tiene actividades regulares, que busquen una actividad regular, de medio tiempo que implique contactarse con otras personas en una actividad de servicio, como un voluntariado. También ayuda el cuidar nietos o enfermos, etc. De esta manera, salen de su propia problemática.
¿Qué tipos de trabajo son los que más se recomiendan para los adultos mayores?
Labores de media jornada, mañana o tarde, de baja demanda emocional y física, que sea regular, entretenida o desafiante y ajustada a sus preferencias. Hay personas sociables que se benefician del contacto humano e introvertidas, que se sienten cómodas en un trabajo más monótono.