¡ A hacer ejercicio en el agua !

Hacer ejercicio en el agua ofrece la posibilidad de combinar la resistencia que opone este líquido al movimiento y una menor carga

Por Clinica Alemana nov. 20, 2014, 21:00

Hacer ejercicio en el agua ofrece la posibilidad de combinar la resistencia que opone este líquido al movimiento y una menor carga sobre las extremidades inferiores, ya que en esta sustancia, el cuerpo pesa menos. Por esto, se producen menos lesiones y es recomendable también para terapias de rehabilitación o para el adulto mayor.

“Esta actividad física puede ser enormemente beneficiosa para la salud, porque mejora la capacidad cardiovascular, contribuye a controlar algunas enfermedades crónicas, como diabetes o hipertensión, y puede ayudar a bajar de peso. Todo esto en un ambiente que protege de los impactos, por lo que se previenen lesiones. Además, como toda actividad física o deportiva, puede contribuir a mejorar la salud y bienestar mental”, afirma el doctor Álvaro Ferrer, deportólogo del programa Prodeporte de Clínica Alemana.

En general, tanto la gimnasia en el agua como la natación son aptas para todo público, ya que permiten adecuar la intensidad con la que son practicadas a los requerimientos de cada cual. Lo importante es realizarlas siempre bajo supervisión de algún profesional calificado y, de acuerdo a la condición de salud previa, considerar alguna evaluación médica antes de comenzar con esta actividad física.

Lo ideal es realizarla tres veces por semana, entre 30 minutos y una hora por sesión.

Recomendaciones para la gimnasia en el agua:

 

  • Aunque se den menos lesiones que con otras actividades, siempre hay que empezar con baja intensidad e ir incrementándola de a poco.

 

  • Mientras más alta está el agua, más resistencia opone, por lo que se aconseja que el nivel sea entre la cintura y el pecho.
  • Realizarla en lugares debidamente habilitados, que tengan salvavidas, y siempre con la supervisión de algún profesional calificado.
  • Realizarse una evaluación médica previa si se ha tenido síntomas cardiovasculares, como dolor al pecho o palpitaciones, o si se tiene antecedentes de enfermedad crónica como hipertensión arterial, hipercolesterolemia o diabetes.
  • No olvidar la protección solar si se está en piscinas abiertas.