El alcohol es la droga más consumida por los escolares chilenos. De hecho, un 34,7% de adolescente entre 8° y IV° medio reconoce haber ingerido alcohol al menos una vez al mes, según información entregada por el IX Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar (Senda 2012).
El alcohol es la droga más consumida por los escolares chilenos. De hecho, un 34,7% de adolescente entre 8° y IV° medio reconoce haber ingerido alcohol al menos una vez al mes, según información entregada por el IX Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar (Senda 2012).
El objetivo de esta iniciativa es que los jóvenes tomen conciencia del daño irreversible que puede causar en su desarrollo el consumo de alcohol antes de los 18 años.
Con el eslogan “100% diversión 0% alcohol”, Clínica Alemana lanzó en diciembre la campaña “No tomes antes de los 18”.
El alcohol es una preparación soluble que atraviesa fácilmente las paredes del estómago, absorbiéndose rápidamente y distribuyéndose por el sistema circulatorio a los tejidos, incluido el cerebro, de ahí los graves daños que provoca en múltiples tejidos, tanto cuando se trata de consumo precoz, en los jóvenes, como en casos de ingesta excesiva.
Esto puede tener grandes consecuencias, sobre todo antes de los 18 años, ya que existen investigaciones que demuestran que el cerebro no termina de madurar hasta el término de la adolescencia.
¿Por qué no tomar alcohol antes de los 18 años?
La doctora Vanessa Cantillano, psiquiatra –especialista en adicciones- y el doctor Edgar Sanhueza, gastroenterólogo, ambos de Clínica Alemana explican los principales daños que puede provocar el alcohol si se consume precozmente.
La presencia de alcohol en el cerebro en desarrollo puede alterar los procesos neuromadurativos normales de la adolescencia, los que regularán en los años posteriores, los procesos de planificación, control de impulsos y manejo de situaciones tanto sociales como emocionales. La alteración de estos primordiales procesos del desarrollo, se relaciona potentemente con un alto nivel de problemas vinculados al consumo de .
El consumo de alcohol antes de los 18 años puede alterar la concentración, memoria y aprendizaje, disminuyendo el rendimiento escolar.
El hígado también sufre, ya que antes de los 18 años tiene una menor capacidad de procesar el alcohol, por lo que es fácil llegar con menores cantidades de alcohol a una intoxicación alcohólica. Además, el consumo de alcohol es conocido desde siempre como una de las principales causa de cirrosis en el mundo.
El consumo exagerado de alcohol también está asociado a trastornos en el esófago, estómago, páncreas, sistema reproductor y sistema inmune, así como a cáncer de distintas localizaciones.
Incluso con cantidades muy bajas de alcohol, se incrementa el riesgo de sufrir accidentes personales y de tránsito, debido a la pérdida de reflejos, la desinhibición, la sensación de control, euforia y el déficit perceptivos ocasionados por el alcohol.
La mezcla de alcohol y bebidas energéticas es riesgosa porque se tiende a subestimar los efectos de intoxicación con alcohol, esta percepción alterada puede llevar al consumo de mayores cantidades.
A menor edad se produce el consumo de alcohol, mayor es el riesgo de hacerse adicto. La adolescencia corresponde al momento de la vida en que frecuentemente se genera el inicio del uso, abuso y la dependencia a drogas.
Desde el año 2006 Clínica Alemana ha desarrollado campañas para mejorar la calidad de vida de los adolescentes.
El objetivo de esta iniciativa es que los jóvenes tomen conciencia del daño irreversible que puede causar en su desarrollo el consumo de alcohol antes de los 18 años.
Con el eslogan “100% diversión 0% alcohol”, Clínica Alemana lanzó en diciembre la campaña “No tomes antes de los 18”.
El alcohol es una preparación soluble que atraviesa fácilmente las paredes del estómago, absorbiéndose rápidamente y distribuyéndose por el sistema circulatorio a los tejidos, incluido el cerebro, de ahí los graves daños que provoca en múltiples tejidos, tanto cuando se trata de consumo precoz, en los jóvenes, como en casos de ingesta excesiva.
Esto puede tener grandes consecuencias, sobre todo antes de los 18 años, ya que existen investigaciones que demuestran que el cerebro no termina de madurar hasta el término de la adolescencia.
¿Por qué no tomar alcohol antes de los 18 años?
La doctora Vanessa Cantillano, psiquiatra –especialista en adicciones- y el doctor Edgar Sanhueza, gastroenterólogo, ambos de Clínica Alemana explican los principales daños que puede provocar el alcohol si se consume precozmente.
La presencia de alcohol en el cerebro en desarrollo puede alterar los procesos neuromadurativos normales de la adolescencia, los que regularán en los años posteriores, los procesos de planificación, control de impulsos y manejo de situaciones tanto sociales como emocionales. La alteración de estos primordiales procesos del desarrollo, se relaciona potentemente con un alto nivel de problemas vinculados al consumo de .
El consumo de alcohol antes de los 18 años puede alterar la concentración, memoria y aprendizaje, disminuyendo el rendimiento escolar.
El hígado también sufre, ya que antes de los 18 años tiene una menor capacidad de procesar el alcohol, por lo que es fácil llegar con menores cantidades de alcohol a una intoxicación alcohólica. Además, el consumo de alcohol es conocido desde siempre como una de las principales causa de cirrosis en el mundo.
El consumo exagerado de alcohol también está asociado a trastornos en el esófago, estómago, páncreas, sistema reproductor y sistema inmune, así como a cáncer de distintas localizaciones.
Incluso con cantidades muy bajas de alcohol, se incrementa el riesgo de sufrir accidentes personales y de tránsito, debido a la pérdida de reflejos, la desinhibición, la sensación de control, euforia y el déficit perceptivos ocasionados por el alcohol.
La mezcla de alcohol y bebidas energéticas es riesgosa porque se tiende a subestimar los efectos de intoxicación con alcohol, esta percepción alterada puede llevar al consumo de mayores cantidades.
A menor edad se produce el consumo de alcohol, mayor es el riesgo de hacerse adicto. La adolescencia corresponde al momento de la vida en que frecuentemente se genera el inicio del uso, abuso y la dependencia a drogas.
Desde el año 2006 Clínica Alemana ha desarrollado campañas para mejorar la calidad de vida de los adolescentes.
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