Durante las vacaciones, descansar, compartir con la familia y los seres queridos, salir de la ciudad son excelentes panoramas, asimismo lo es comer rico. Sin embargo, una vez que se acaban salen a la luz los kilitos extra obtenidos con tanto aperitivo y comilonas a deshoras.
Al respecto, la nutricionista de Clínica Alemana Patricia Rodríguez sostiene que “lo más importante para recuperar el peso que teníamos antes de vacaciones es reajustar los horarios de comidas y volver a las porciones correctas”.
Sobre todo, es fundamental evitar pasar hambre. Por lo tanto, hay que comer cada tres o cuatro horas y deben predominar los alimentos bajos en grasas y calorías y ricos en nutrientes, pavo, pollo, atún, verduras, frutas, cereales integrales.
También hay que considerar que el metabolismo no funciona a la misma velocidad durante toda la jornada. Por esto, es que el desayuno debe ser la comida más importante y en la tarde es recomendable no consumir demasiados hidratos de carbono. Asimismo, hay que comer dos o tres horas antes de ir a dormir para que los alimentos se digieran mejor.
Una buena ayuda es el consumo habitual de líquidos y de infusiones que ayudan a mantener una buena hidratación.
Además de cuidar la alimentación, el ejercicio es fundamental, ya que ayuda a quemar calorías y perder grasa.
Estas recomendaciones son útiles para alguien que no tenga sobrepeso u obesidad, solo unos kilos extra de las vacaciones.