Hasta noviembre de 2013, hubo más de 44 mil divorcios, sin considerar las separaciones informales, según cifras del Registro Civil. Es una realidad cada vez más frecuente en Chile y uno de los aspectos que se debe tener en cuenta es enfrentarla de la mejor manera posible con los hijos.
El doctor Alfonso Correa, jefe de la Unidad de Psiquiatría Infantil de Clínica Alemana, explica que más que la separación en sí, lo que afecta a los niños es el grado de disfuncionalidad en los acuerdos como padres, es decir, si se desautorizan, ponen a los hijos en medio de sus conflictos o existe una mala relación con ellos.
“En niños de entre 3 y 6 años, estas conductas parentales impactan de manera intensa en la interiorización de normas. Cuando se trata de adolescentes, la separación les afecta por los cambios que este quiebre involucra en la forma de vivir y en la adaptación que requiere, ya que se trata de una etapa de formación de la identidad, del establecimiento de las bases para relaciones de pareja futura”, enfatiza.
Un aspecto relevante es no ocultarles la verdad. Los papás deben ponerse de acuerdo en cómo contarles, pero cuando estén seguros de que la decisión ya está tomada. Pueden decirles que tienen problemas y que efectivamente están definiendo qué es mejor hacer, pero que la decisión la tomarán ellos como adultos. “Es altamente dañino que exista un ‘juego de separación’, con múltiples amenazas que no se concretan o ‘idas y venidas’ que confunden a los niños. Tampoco se les debe involucrar en la decisión, es decir, nunca preguntarles si deben o no separarse”, sostiene.
¿Cuándo consultar?
El doctor Correa agrega que ante una separación, se puede consultar en forma preventiva para recibir orientación sobre cómo enfrentar este proceso con el objetivo de afectar lo menos posible a los hijos. Los padres también deben estar atentos a cualquier síntoma de cambio importante en los niños, especialmente cuando no se sienten capacitados para manejarlo adecuadamente.
Consejos
• Llegar a acuerdos en el funcionamiento como padres (función distinta del rol de pareja).
• Hacer foco en que cada padre logre por separado una relación positiva con su hijo.
• No involucrar a los hijos en la decisión.
• No usar a los niños de intermediario en la comunicación entre padres.
• Contarles a los hijos cuando la decisión ya está tomada.
El doctor Alfonso Correa, jefe de la Unidad de Psiquiatría Infantil de Clínica Alemana, explica que más que la separación en sí, lo que afecta a los niños es el grado de disfuncionalidad en los acuerdos como padres, es decir, si se desautorizan, ponen a los hijos en medio de sus conflictos o existe una mala relación con ellos.
“En niños de entre 3 y 6 años, estas conductas parentales impactan de manera intensa en la interiorización de normas. Cuando se trata de adolescentes, la separación les afecta por los cambios que este quiebre involucra en la forma de vivir y en la adaptación que requiere, ya que se trata de una etapa de formación de la identidad, del establecimiento de las bases para relaciones de pareja futura”, enfatiza.
Un aspecto relevante es no ocultarles la verdad. Los papás deben ponerse de acuerdo en cómo contarles, pero cuando estén seguros de que la decisión ya está tomada. Pueden decirles que tienen problemas y que efectivamente están definiendo qué es mejor hacer, pero que la decisión la tomarán ellos como adultos. “Es altamente dañino que exista un ‘juego de separación’, con múltiples amenazas que no se concretan o ‘idas y venidas’ que confunden a los niños. Tampoco se les debe involucrar en la decisión, es decir, nunca preguntarles si deben o no separarse”, sostiene.
¿Cuándo consultar?
El doctor Correa agrega que ante una separación, se puede consultar en forma preventiva para recibir orientación sobre cómo enfrentar este proceso con el objetivo de afectar lo menos posible a los hijos. Los padres también deben estar atentos a cualquier síntoma de cambio importante en los niños, especialmente cuando no se sienten capacitados para manejarlo adecuadamente.
Consejos
• Llegar a acuerdos en el funcionamiento como padres (función distinta del rol de pareja).
• Hacer foco en que cada padre logre por separado una relación positiva con su hijo.
• No involucrar a los hijos en la decisión.
• No usar a los niños de intermediario en la comunicación entre padres.
• Contarles a los hijos cuando la decisión ya está tomada.