Intercambiar láminas, comprar y vestir en conjunto la camiseta roja, y organizar panoramas familiares, son algunas de las actividades que padres e hijos(as) comparten ante la pasión por el fútbol y la fiebre mundialera de Brasil 2014.
¿De qué manera estas actividades fortalecen la relación entre papá e hijos? La doctora Ana Marina Briceño, psiquiatra infanto-juvenil de Clínica Alemana explica que este tipo de hitos son muy buenas fuentes de recuerdos familiares, los que se graban en la memoria y ayudan a construir una adecuada base emocional, además de relacionarse con mayor cohesión y felicidad familiar, por lo que compartir este entusiasmo común entre papás e hijos(as) es muy positivo.
La mayor diferencia con la mamá es que, generalmente, los hombres vibran en forma más genuina con estos eventos deportivos y pueden transmitir mejor este entusiasmo a niños y niñas. Además, el papá es una figura fundamental, ya que modela los rasgos denominados 'culturalmente masculinos'.
La especialista agrega que hoy en día muchas niñas son tan o más fanáticas del fútbol que los hermanos, lo cual es muy entretenido para los papás. Pero para las que no, la idea es buscar actividades o detalles pensando en ellas, para que también se sientan parte; por ejemplo, elegir la comida que les guste o hacer juegos en los que puedan participar. Otra opción es reunirse con otras familias en que hay niñas para que juntas se entretengan, ya que se trata de invitarlas y no obligarlas a compartir esta afición.
'Lo más valioso es organizar ritos familiares, ya sea diarios, semanales o anuales, como comidas y reuniones, en las que se pueda conversar, comer y jugar. También pueden ser campamentos de invierno o verano, excursiones al aire libre y celebración de cumpleaños, todo esto con la familia nuclear o incluyendo primos y amigos', enfatiza.
Además, está demostrado que pasar tiempo en familia, por ejemplo, comer juntos cinco o más veces a la semana, es un factor protector que disminuye el riesgo de obesidad, consumo de sustancias y trastornos alimentarios y emocionales en los hijos, además de contribuir a un mejor clima familiar. Esto se puede extrapolar a este tipo de situaciones como la Copa Mundial de Fútbol, debido a la importancia que tiene el pasar tiempo juntos de alegría y entusiasmo entre padres e hijos, el que debería ser mayor al que se dedica a las labores del hogar, tareas escolares o establecimiento de normas.