La Organización Mundial de la Salud, OMS, convocó a doce expertos a una reunión consultiva para evaluar las implicaciones éticas del posible uso de medicamentos experimentales como fórmula para enfrentar la epidemia de ébola en África, continente que ya cuenta con más de 2.200 contagiados y 1.200 muertes. El único latinoamericano invitado a participar de este grupo fue el doctor Juan Pablo Beca, especialista de Clínica Alemana, donde es médico consultor en ética clínica, y docente del Centro de Bioética de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo.
En esta discusión, realizada el 11 de agosto, el grupo de asesores acordó que, “considerando las circunstancias particulares de este brote y siempre que se cumplan determinadas condiciones, es ético ofrecer intervenciones no probadas, cuya eficacia y efectos adversos todavía no se conocen, con fines potencialmente terapéuticos o preventivos”.
En este sentido, el doctor Beca explicó que el problema ético principal es el uso, por primera vez en humanos, de tratamientos o intervenciones preventivas que solo tienen demostraciones preliminares de seguridad y eficacia en animales de experimentación. “Se consideró aceptable, por la urgencia y la extrema gravedad del brote de ébola, hacer un “uso compasivo” (uso fuera de protocolo de una droga en investigación), aun cuando estos productos no están todavía en un ensayo clínico debidamente planificado”, precisó.
En la reunión, se establecieron como razones éticas que justifican estas recomendaciones la equidad en la distribución de recursos escasos, solidaridad tanto en lo local como a nivel internacional, autonomía y voluntariedad de participación (consentimiento informado), confidencialidad, respeto a las personas y a su dignidad, transparencia y participación de las comunidades locales en las decisiones. Para las definiciones próximas se analizarán las prioridades, indicaciones de uso, el tratamiento de los cuidadores profesionales o familiares de los enfermos, el uso experimental de vacunas que exigiría mayores grados de seguridad que para los tratamientos de enfermos con alto riesgo de morir.
El experto en bioética informó que, actualmente, se está seleccionando a otros miembros para que se sumen al grupo inicial, especialmente a expertos en evaluación riesgo/beneficio para trabajar en el análisis de los primeros tratamientos con drogas experimentales. “Así se buscará combinar el uso compasivo con el deber moral de investigar para establecer la eficacia y la seguridad de los tratamientos. De esta manera las conclusiones deberían determinar si se confirma eficacia y si es procedente aumentar urgentemente la producción, o bien si hay que detener su uso, en caso de que no haya eficacia y se produzcan efectos adversos graves”, agregó.
En el encuentro también participaron especialistas de Estados Unidos, Japón, Canadá, Reino Unido, Australia, Suiza, Senegal y Arabia Saudita. El doctor Beca explicó que el grupo se mantendrá en consulta mientras continúe el brote de ébola.
El informe final está disponible en la página web de la OMS