Es frecuente oír a las abuelitas decir que en invierno se debe consumir más calorías para enfrentar el frío. Efectivamente, exponerse a bajas temperaturas hace que el organismo deba aumentar su gasto calórico para mantener una temperatura adecuada.
Sin embargo, Rinat Ratner, nutricionista de Clínica Alemana, explica que “dada la condición actual, donde la mayor parte de las personas cuentan con sistemas de calefacción y ropa adecuada, es muy poca la exposición real a bajas temperaturas, por lo que la diferencia en el gasto calórico es muy baja y si a eso le sumamos que en invierno tendemos a movernos menos, realizar menos actividad física al aire libre y contar con menos horas de luz, la verdad es que no debemos aumentar la ingesta calórica”.
Agrega que el riesgo es que si ingerimos estos alimentos en forma excesiva y sostenida en el tiempo, se producirá ganancia de peso. Además, la ingesta de frituras y otras grasas de mala calidad como manteca, cecinas y productos de pastelería, entre otros, contribuyen a incrementar el colesterol y con ello el riesgo cardiovascular.
Tabla calórica de alimentos que suelen consumirse en invierno
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Sopaipilla frita seca (8 -10 cm de diámetro): = 260 kcal
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Sopaipilla frita y pasada por chancaca = 380 kcal
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Picarones con y sin chancaca = 192 kcal sin chancaca 304 kcal con chancaca (2 unidades)
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Calzones rotos con azúcar flor = 177 kcal (2 unidades)
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Plato hondo de porotos con riendas y un bistec (frito) = 640 kcal
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Plato hondo de lentejas o garbanzos guisados con arroz y una longaniza o chorizo (cocido) = 650 kcal
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Plato hondo de cazuela con carne de vacuno y papas = 376 kcal
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Plato hondo de cazuela con carne de cerdo y papas = 450 kcal
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Plato hondo de cazuela con carne de pollo y papas = 340 kcal
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Un vaso de 200 cc de malta con huevo y azúcar = 151 kcal