Se ha observado un aumento de consultas por este virus, el que se presenta con síntomas como diarrea y vómitos, y que se contagia rápidamente.
Las últimas semanas han aumentado los casos de personas contagiadas con norovirus, el que provoca una infección estomacal e intestinal que se propaga con gran facilidad, tanto en niños como en adultos.
El doctor Pablo Vial, infectólogo infantil de Clínica Alemana, explica que este virus es responsable de la mitad de todos los brotes comunitarios de gastroenteritis en Estados Unidos. “Estos pueden ser muy focalizados en recintos de vacaciones y cruceros, o masivos en poblaciones mayores, si se contamina el agua o los alimentos que se consumen”.
El norovirus produce una infección que se presenta con síntomas como diarrea y vómitos, los que duran aproximadamente entre 24 y 72 horas. En los niños, puede provocar también fiebre baja y, en los adultos, dolor de cabeza.
Es un virus muy resistente al cloro en concentraciones bajas, por lo que se contagia fácilmente con dosis pequeñas, ya sea por contacto directo con agua o alimentos contaminados. Por eso el contagio en colegios y lugares de veraneo es frecuente.
Esto quiere decir que este microbio se propaga cuando las personas tocan objetos o superficies que están contaminadas y luego se llevan las manos a la boca, o cuando comen o beben algo que tiene el virus.
La mayoría de las veces el diagnóstico es fundamentalmente clínico y no se necesitan exámenes. El tratamiento de las enfermedades por norovirus consiste principalmente en el consumo abundante de líquido en forma fraccionada, frecuente y en volúmenes chicos, ya que es la mejor manera de evitar deshidratarse. En los casos más críticos, sobre todo cuando hay mucho vómito, se aconseja recibirlo de forma endovenosa.
Los síntomas suelen desaparecer en dos a tres días, aunque hay quienes se sienten mejor antes de este periodo. Sin embargo, hay que tener presente que el virus se propaga a otras personas durante 72 horas y, en algunos casos, por una o dos semanas después de que los síntomas han desaparecido.
Cómo prevenir:
- Lavarse con frecuencia las manos con agua y jabón evita la propagación de cualquier infección.
- Usar desinfectantes de manos a base de alcohol, además del lavado de manos.
- Limpiar y desinfectar las superficies que las personas contagiadas hayan tocado.
- Se aconseja que quienes estén enfermos hagan reposo para evitar la transmisión a otros niños en el colegio o jardines infantiles.