En estos casos, primero es importante considerar algunas de las razones más frecuentes que hacen sentir incómodo al bebé y pedir ayuda.
El llanto es el primer lenguaje del ser humano. Por esta razón es que los bebés lloran por muchos y variados motivos, y los padres se esfuerzan por responder a esto y satisfacer sus necesidades.
Si logran tranquilizar al niño, los progenitores se sentirán competentes. Sin embargo, la doctora Patricia Salinas, pediatra de Clínica Alemana, explica que “cuando los padres se enfrentan a un llanto frecuente, intenso y difícil de calmar es posible que lleguen a sentir frustración y ansiedad”.
En estos casos, primero es importante considerar algunas de las razones más frecuentes que hacen sentir incómodo al bebé y pedir ayuda.
- Hambre
- Sed
- Sueño
- Gases o cólicos
- Frío o calor
- Irritación en la piel o molestia por el pañal, la ropa, alguna etiqueta, elásticos o algo que le incomode.
- Necesidad afectiva de ser tomado en brazos.
- Soledad
- Menos o más estimulación (que jueguen con él o que lo dejen descansar).
La especialista recalca que si los padres se desesperan, el niño se dará cuenta y todo empeorará. Una actitud tranquila -como tomarlo en brazos, cantarle en voz cálida y acogedora- crear un ambiente propicio para el descanso y relajo del pequeño.
¿Qué hacer cuando mi hijo llora?
- Mantener la calma: háblele en voz baja y suave
- Los bebés cuando se angustian necesitan de contacto humano para calmarse. Con solo tocarlo se disminuye el estrés: una vez que se sienta seguro podrá relajarse.
- Se recomienda el uso de un fular o cabestrillo, ya que tener más tiempo en brazos al bebé puede disminuir los episodios de llanto.
- Respete sus horarios, pida ayuda para cuidarlo si es necesario.
- Sáquelo a pasear en coche al aire libre o en auto.
- Revise las posibles causas de dolor, por ejemplo, tómele la temperatura para ver si tiene fiebre, revise los pliegues de la ropa, etc.
- A veces darle un baño a temperatura adecuada ayuda a relajar al bebé y minimizar el llanto y la angustia, lo que disminuye el estrés.
La doctora Salinas asegura que “cuando se le presta atención al niño, se le está enseñando a sentirse seguro, a salvo, al saber que sus padres están ahí para cuidarlo. Por lo tanto, seguir el instinto maternal y tomar al bebé en brazos es muy positivo para su desarrollo”.